Anticoncepción en casos especiales

29 de Octubre de 2017

Las mujeres con condiciones de salud especiales tienen hoy más probabilidades de

¿Cómo escoger el método de planificación para mujeres que tienen condiciones o enfermedades crónicas?

Numerosas enfermedades plantean un reto para la planificación familiar. Las mujeres con condiciones especiales de salud pueden tener dudas de cómo elegir un método de planificación.
Este grupo debe estar mucho más vigilado por los médicos durante la anticoncepción: los casos de diabetes, hipertensión crónica, enfermedades del colágeno (lupus, artritis), epilepsia y trastornos cardiacos. El ginecólogo Jaime Silva Herrera aclara que en todas las condiciones médicas mencionadas se puede tener un embarazo, pero en momentos muy cuidados.
“Los que hacemos medicina materno-fetal nos encontramos cada vez más con mujeres a las que antes el embarazo estaba fuera de límites y ahora es una posibilidad mucho más abierta. Pero también nos enfrentamos a que, una vez que ya tienen a su primer bebé, nos pregunten: ¿Ahora cómo planifico? ¿Debo buscar otro embarazo rápido o puedo esperar más tiempo?
Para ellas no hay métodos diferentes a los que ya existen, indica Silva, especialista en medicina materno-fetal. Lo más simple, opina, sería sugerirles métodos sin componente hormonal, como los de barrera. “Pero pueden quedar expuestas a un embarazo que no están buscando o que conciban en un momento no ideal para su salud, con mayores riesgos”.

Ventajas y desventajas
El tratante debe ofrecer métodos seguros, con una duración que se ajuste a los deseos de la paciente. Dentro de los métodos hormonales que Silva propone están los anticonceptivos orales y también los nuevos, como dispositivos intrauterinos que liberan hormonas e implantes que se colocan en el brazo o la espalda, prestando atención a las particularidades de cada uno
El anticonceptivo oral tiene la ventaja de ser autocontrolado, y esa es también su debilidad, pues depende de la disciplina para tomarlos en forma diaria. Es una opción para quienes desean embarazarse a corto plazo (6 meses - 1 año).
Los dispositivos intrauterinos, si bien requieren un proceso de inserción, realizada por personal médico, tienen una duración mucho más larga. Las pacientes que tienen trastornos como diabetes se beneficiarían de ellos, para prolongar el tiempo entre embarazos (3 - 5 años).
El promedio entre cada embarazo en mujeres con enfermedades crónicas sería de un año, dice Silva. Ellas juegan contra el tiempo de la enfermedad, pues tienen de base una lesión que va progresando y cuentan con un periodo reducido para tomar este tipo de decisiones. Su intención reproductiva no debe extenderse demasiado.

Condiciones para la salud
Si usted desea embarazarse, debe estar en completo control de la tensión arterial o glicemia; tener valores séricos negativos o lo más estables posibles en lupus o artritis; en el caso de la epilepsia, la medicación debe ser la que tenga menores implicaciones durante el embarazo y estar en la menor dosis posible. “Unos fármacos son mejores que otros durante la gestación”, dice Silva.
Existen otras complicaciones, como el virus del papiloma humano (VPH), muy agresivo contra el bebé. El ginecólogo, obstetra y sexólogo Amalio Martínez Nieto explica que toda mujer gestante a la que se le identifica condilomatosis o inicios de actividad de VPH de variedad 16 o 18 debe ser sometida a cesárea, jamás a parto vaginal, “porque el virus es capaz de introducirse en el organismo del bebé al pasar por el canal del parto y producir lesiones en la conjuntiva”.

Educación y prevención
Toda paciente que tenga una enfermedad asociada al embarazo se considera de alto riesgo. Y un factor adicional es la edad.
“Las edades reproductivas ideales”, estima Silva, “están entre los 18 y 35 años. Nos hemos corrido hacia arriba, estamos llegando a los 40. Las mujeres latinas buscan aplazar los embarazos hasta edades cada vez mayores”. Sin embargo, él no considera que esto sea una preocupación, si se lo compara con el problema central en los países latinoamericanos, que es el embarazo adolescente. Es un conflicto que debe enfrentarse, afirma con educación, consejería y opciones de planificación.
Martínez resalta el trabajo que deben hacer los padres con sus hijos. “Los primeros educadores sexuales de los niños son sus padres. Con las palabras adecuadas a la edad, hay que enseñarles una sexualidad sana, que tiende a la prevención de enfermedades de transmisión sexual y de embarazos no deseados. Y por supuesto, el respeto a la otra persona. No necesariamente toda amistad o enamoramiento adolescente tiene que terminar en una actividad sexual, y es importante que lo aprendan, lo comprendan y lo pongan en práctica”.
La Organización Mundial de la Salud había estimado, hasta 2014, que 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años y un millón de niñas menores de 15 dan a luz cada año. Las complicaciones durante el embarazo y parto son la segunda causa de muerte en el mundo para el primer grupo de edad. Mientras más joven es la madre, mayor es el riesgo para el bebé, que tendrá tendencia a peso bajo con efectos a largo plazo.

Bebé y mamá

Dentro del grupo general de los embarazos de alto riesgo,
el 60% representa riesgos para el bebé y el 40% tiene riesgos para la madre. Este último porcentaje ha aumentado porque
hoy ellas pueden embarazarse más de una vez.

Causas de alerta

Hay cinco razones principales de muerte en el embarazo y
parto: hemorragia severa, infecciones, aborto inseguro,
trastornos hipertensivos (preeclampsia y eclampsia) y
complicaciones médicas: enfermedad cardiaca, diabetes,
VIH/sida).

 

  Deja tu comentario