¡Alerta! Pie diabético

23 de Octubre de 2011
Sheyla Mosquera de Calderón

Si alguien sano camina por muchas horas con zapatos apretados es probable que le salgan ampollas que lo obliguen a detenerse, porque le provocan dolor.

Pero en una persona diabética –azúcar elevada en la sangre– que no ha llevado un control adecuado de la enfermedad, esto no sucede. Ella no es capaz de detectar las lesiones de inmediato porque sus pies se han vuelto insensibles.

Son pacientes que están en constante riesgo de padecer el llamado pie diabético. Se llama así a toda lesión que se presenta en los pies como escoriación, quemaduras o úlceras que si no reciben atención médica pueden progresar a una gangrena o amputación.

Según la endocrinóloga Leonor Torresano de Ronquillo, esta condición en los pies se puede dar cuando las arterias se obstruyen debido a la acumulación de depósitos de grasas dentro de ellas provocando que la circulación sanguínea disminuya. Esto a su vez hace que los nutrientes y el oxígeno no lleguen de manera suficiente a las células y tejidos, especialmente de los pies. Entonces, “toda la extremidad se necrosa (se muere), la pierna se pone helada y el tratamiento es la amputación, pero felizmente no es tan frecuente. De todas las lesiones del pie diabético será del 1%”, asegura .

El pie diabético también se produce por neuropatía diabética al dañarse los nervios periféricos. “Los nervios son semejantes a unas piolitas que se encargan de dar la sensibilidad a todo el cuerpo, pero cuando los niveles de azúcar están elevados en la sangre esta lesiona la vaina de mielina (capa que cubre los nervios favoreciendo la transmisión de los impulsos nerviosos). Por esta razón no hay sensibilidad”.

Un paciente con neuropatía, dice Torresano, puede presentar en las extremidades inferiores dolor punzante o quemante, dedos adormecidos, pérdida de equilibrio, pies secos o agrietados. Incluso, no puede dormir y sufre de calambres; y si esta avanza puede causar problemas que propician el desarrollo de úlceras.

Infecciones o deformidades

La angióloga Gioconda Vásquez Sarzosa, jefa del Servicio de Cirugía Vascular del hospital Teodoro Maldonado Carbo, refiere que la disminución de la circulación sanguínea en los pies sumada a una herida (úlceras o llagas) puede desarrollar procesos infecciosos, que si no son tratados a tiempo pueden provocar que esta no se cicatrice y se gangrene (muerte de tejido), lo que conduce a una amputación parcial o total del área afectada.

Cuando hay algún tejido infectado y desvitalizado, agrega, hay que retirarlo mediante una limpieza profunda en quirófano o de manera ambulatoria con todas las seguridades de asepsia.

También es importante saber que los pacientes diabéticos pueden desarrollar deformidades como el Pie de Charcot. “Se forma cuando la parte esquelética del pie se derrumba y esto da origen a lesiones en la planta de los pies, sobre todo, en las zonas de apoyo como son el talón o la base del primer y quinto dedo”, asegura Vásquez, quien además es cirujana vascular periférica.

Asimismo, dice, se pueden atrofiar los músculos de la planta de los pies, provocando que se hunda. Incluso se deforman los dedos o aparecen callosidades, con el peligro de que bajo estas haya lesiones que pueden conducir a la pérdida de la extremidad.

Cuide sus pies

Torresano y Vásquez sugieren tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para el cuidado del pie diabético, sobre todo mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control.

  • Lávese los pies dos o tres veces al día. Séquelos bien entre los dedos y póngales una crema lubricante especialmente para resequedad de la piel, pero si existe una herida, por donde entran las bacterias, evítelas.
  • Las uñas deben ser cortadas de manera cuadrada y no dejarlas al ras para que los extremos no se introduzcan en la piel formando uñeros.
  • Use medias de algodón para que los pies no suden. Las de nailon provocan más sudoración haciendo que proliferen los hongos y se resquebraje la piel, causándole alguna infección bacteriana.
  • No use zapatos apretados, porque impide que la sangre circule adecuadamente. Siempre tiene que ser un número más al que emplea generalmente y preferible comprarlos en la tarde, ya que durante todo el día los pies pueden estar un poquito edematizados (hinchados).
  • Evite andar descalzo porque en cualquier momento puede pisar un vidrio o una piedra y se lesiona.
  • Si va a la playa no ande descalzo, la arena caliente puede inmediatamente quemar los pies y provocar ampollas.
  • No elimine los callos con ningún objeto cortante ni con parche porque lesiona la piel y puede ocasionar heridas y úlcera. Tampoco los corte o se ponga sustancias para eliminarlos. Para hacer un tratamiento de este tipo debe acudir donde un experto, quien es el podólogo.
  • No use fundas de agua caliente para el dolor o frío, porque no siente lo caliente y le pone más caliente y termina con una quemadura. Si alguna vez necesita baño de agua tibia, un familiar sano debe probar el agua.
  • Nunca deje de inspeccionar sus pies diariamente. Si nota algún corte, enrojecimiento, ampolla o hinchazón, debe consultar inmediatamente a su angiólogo. Este puede evitar que empeoren los problemas.

 

Diabetes juvenil
Entre más temprano haya aparecido la diabetes en un paciente más rápido aparecerán las lesiones de tipo vascular en la micro y macrocirculación. Hay diabéticos de 30 años de edad que ya han perdido sus extremidades inferiores por mala circulación.

 

Dermopatía diabética
Se presenta en los miembros inferiores y los pies. Son manchas ovaladas o circulares de coloración gris casi oscura. La diabetes puede causar cambios en los vasos sanguíneos pequeños y es posible que estos produzcan la dermopatía diabética. No son manchas de la edad.

 

Manténgase alerta
Tanto la diabetes como la enfermedad arterial periférica pueden causar mala circulación de la sangre en los pies, lo cual provoca que un arañazo o moretón se infecte más fácilmente. Esto hace que el buen cuidado de los pies sea muy importante, antes que el rostro.

 

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