Planifique y atesore su tiempo a solas

29 de Mayo de 2016
Diana J. León y Dayse Villegas

No es resignarse a la soledad. Es elegir pasar momentos con usted mismo. Sí, usted como su única compañía. ¿Le asusta esa idea? Estos espacios pueden revitalizarlo y ayudarle a disfrutar más de su vida.

¿Cuándo fue la última vez que fue al cine y disfrutó de una película que realmente quería ver sin nadie a su lado? ¿O se sentó en un restaurante y ordenó el plato que tanto disfruta y lo comió a solas? ¿O pasó una tarde en casa escuchando (y quizás bailando) sus canciones favoritas? ¿Cuándo fue la última vez que disfrutó de una actividad estando a solas?

Hay momentos en que las presiones de los otros son demasiadas y tiempos en los que parece que nos abandonan. En cualquiera de los dos polos se experimenta malestar, dice la psicóloga clínica Mónica Hurtado. “Me sorprende ver los ojos de mis pacientes cuando me narran una ruptura y la devolución es: ‘Bueno, ahora tendrás tiempo a solas para reflexionar y aprender de esta experiencia’. Me miran como si les estuviera dando una triste condena, en el mejor de los casos, porque en otros la ansiedad empieza a crecer frente a la nueva realidad de estar solos”.

Hay cuestionamientos y prejuicios recurrentes, dice Hurtado, como: ‘¿Pensarán que algo anda mal en mí porque estoy solo? ¿Me van a mirar como bicho raro? Siento que me vuelvo loco cuando estoy solo. El ruido del silencio me mata’.

Huir con usted y no de usted

La creencia de la mayoría es que la soledad es un sentimiento difícil de afrontar, pero la especialista hace ver que cuando se trata de una elección y se la acepta como una opción, se pueden lograr descubrimientos personales generadores de calma. “Considero un mito pensar que la soledad nos va a dañar”, dice la psicóloga. “Debemos incorporar en la cotidianidad momentos que nos permitan acercarnos a nosotros mismos, pues a veces pareciera que quisiéramos huir de nuestra vida”.

Hurtado refiere al sociólogo Eric Klinenberg, de la Universidad de Nueva York, autor del libro Alone in America. “Existe tanta ansiedad cultural frente al aislamiento, que continuamente no se logra percibir los beneficios de la soledad. Pero hay algo liberador para las personas al estar solas”, escribe Klinenberg. “Logran establecer control sobre la forma en que utilizan su tiempo. Logran descomprimirse al final de un atareado día en la ciudad y experimentan un sentimiento de libertad”.

¿Cómo hacer que ese tiempo sea de calidad y no se llene de sentimientos de soledad o melancolía? “En primer lugar, saboreándolo de a poco”, sugiere la psicóloga. Si no se lo buscó, sino que llegó por diferentes situaciones de la vida, se puede acceder a las redes cercanas (amigos, familiares), pero incorporando en el día a día momentos privados para disfrutar actividades: leer, ver una buena película, meditar, hacer revisión de las actividades del día y de los próximos días. “Este tiempo puede convertirse en relajante y necesario y permitir un desarrollo espiritual satisfactorio. Una vez que descubra el placer del silencio, ese tiempo temido se puede convertir en el mejor amigo, porque al final del día estará con su compañero eterno: usted”.

Potencie el autodescubrimiento

• Evite el uso de tecnología.

• Experimente con actividades recreativas hasta encontrar la ideal: nadar, caminar, leer, cine, cocinar, comer, orar, meditar.

• Busque formación cultural.

• Salga de viaje.

“Use este tiempo para disfrutar de la libertad que le permite elegir qué hacer”, dice Hurtado, “así como simplemente estar y observar sin sentir culpa”.

Inversión y beneficios

El primer beneficio, comparte la psicóloga, es la libertad de elegir. “Imbuidos en el sistema y en la masa, hacemos lo que debemos o creemos que los otros quieren, pero en soledad podemos hacer lo que deseamos”.

La concentración es mucho más fácil al estar solos. Los procesos de memorización se benefician de este tiempo. Permite replantearse metas, cerrar círculos, procesar duelos. “Adam Waytz, psicólogo de la Escuela de Administración Kellog de la Universidad Northwestern, ha descubierto que en la soledad se reafirman habilidades para establecer más adelante lazos sociales saludables y fuertes”. Para Hurtado, eso tiene mucho sentido, “ya que si me acepto y me conozco, se hará más fácil mi interacción con los otros”.

¿Se puede disfrutar a solas? Coméntenos

Renovación y seguridad

Para la psicóloga clínica Balbina de Thoret, el tiempo a solas no es algo que deba verse como raro, sino más bien natural, una dimensión para aprender a interiorizar y conocerse mejor. “Un momento de introspección ayuda a definir lo que somos. No solo existe lo que vemos, prevalece la parte anímica y sus ramificaciones”. La complejidad de que algunos se sientan muy cómodos estando solos y otros necesiten constante compañía radica, para Thoret, en la gama de situaciones que a cada uno le toca vivir.

¿Cómo es posible que alguien elija estar solo? “Para buscar una solución a nuestra estresada existencia. Ese reconocimiento ayuda a encarar las situaciones desde un punto de vista nuevo y modificado. Es necesario y humano”.

El temor a la falta de planes con otros puede aparecer cuando la persona se encuentra débil en sus posturas ante la vida. Thoret lo explica así: “No se siente segura de realizar actividades por su propia cuenta y esto tiene un trasfondo más profundo. Para superarlo se necesita naturalidad y una meta propuesta, sumadas a un temperamento cohesivo”.

No tener familiaridad con espacios y metas propias, y la consiguiente falta de conexión con uno mismo pueden llevar hacia la experiencia de la inestabilidad emocional, a vivir con la inseguridad de cómo agradar a los demás. “Nos sentimos incapaces de resolver los asuntos personales y queremos que otros los realicen, el mundo es demasiado grande para nuestros esquemas y punto de vista y queremos pertenecer al grupo”.

Tampoco se trata de estar solos siempre, sino de buscar ratos para reflexionar y también para actuar. Thoret los define como espacios preciosos, e invita a valorarlos como elementos de salud emocional, “ya que somos el núcleo de todo lo que vemos y sentimos, y por tanto disfrutamos el tiempo a solas cuando estamos seguros de quienes somos”.

Dialogue con su yo, “pero no por medio del pensamiento”, aclara Thoret, “es mejor utilizar otras estrategias de comunicación: por medio del ejercicio, de la contemplación de la belleza, de música que conduzca a parajes de relajamiento físico y visual, aquello en lo que encontremos refinamiento. Guardar diálogo con nuestra parte anímica más profunda sirve para autorregularnos”. (F)

 

Organícese y no se culpe

• Agende días para usted. Si está lleno de responsabilidades y de compromisos para con otros, pero no para con usted, vivirá esperando continuamente el rato en que las cosas estén menos ajetreadas o cuando haya cumplido con todas sus metas. ¿Y si ese momento no llega? Adelántese en planear un día para usted y haga que conste.

• Dese permiso. Cuando el día para usted llegue, no podrá aprovecharlo al máximo si lo consume la culpa. Para combatirla, use la autoapreciación: “Soy más productivo, paciente y calmado cuando me he dado tiempo para descansar y estirarme”.

• Apague la computadora y solo acepte llamadas de emergencia. Es difícil ser enteramente independiente de las demandas de otros. Pero un día para usted debería estar libre de exigencias, así que desconéctese.

• Añada a eso un breve tiempo a solas cada día. Sea una hora o unos minutos, esto lo ayudará a mantenerse fresco hasta que llegue su próximo día libre, pero no debería ser usado como un sustituto de este, dice la doctora Amy Przeworski, especialista en trastornos de ansiedad del departamento de Ciencias de la Psicología de la Universidad Case Western Reserve, en Cleveland.

 

  Deja tu comentario