Peligro: entrando a la ‘zona del amigo’

16 de Julio de 2017

La friendzone. Nadie quiere estar allí y quienes se sienten en la zona se impacientan por escapar. ¿Qué necesita para salir?

La ‘zona del amigo’ (friendzone, en inglés) es un término usado para referirse a la dinámica entre dos amigos cuando uno tiende a enamorarse del otro. Pero no es un concepto exactamente nuevo. Es más bien un síntoma que ha existido siempre, cuya envoltura ha cambiado en función de la época. En la generación de los padres y abuelos existía, aunque ese amor no correspondido era más bien muy idealizado, comenta el psicólogo clínico y profesor Francisco Martínez Zea. Hoy se ha vuelto un meme, o sea una idea o situación presentada de forma humorística, que se presta para la burla. Y para ello ha hecho una alianza estratégica con las redes sociales.

Trae a memoria el sketch de Enchufe TV La zona del amigo, un ejemplo de cómo a partir de videos, memes y notas de voz se le ha quitado todo lo idílico a la situación y se la ha relacionado con ser ‘poco hombre’, incapaz de obtener el afecto de otra persona.

Falta de referentes

Hay que diferenciar si la zona del amigo es sintomática o casual. Lo primero ocurre cuando el amor no correspondido es una experiencia recurrente en la vida de la persona. “A todos nos puede pasar que alguien que nos gustó nos quiere solo como amigos”, dice Martínez. Pero si se choca siempre con la misma piedra, tal vez el problema no es la piedra. “Si de diez experiencias, nueve son de amor no correspondido, el problema ya no son los demás, sino que el propio modo de establecer vínculos amorosos con el otro está mal y hay que trabajar en eso”.

Estas conductas pueden estar emparentadas con la inseguridad, la baja autoestima, la timidez o debilidad en el carácter, explica Susana Torres de Rumbea, psicóloga clínica. “Si la situación es prolongada, esa persona debería consultar un profesional, porque si no toda su vida se equivocará, no solo en el amor, sino en el trabajo, en sus estudios, en sus amistades” y, por ende, en los demás ámbitos de su vida.

O tal vez surja porque no se han visto formas de vinculación estables entre adultos, sugiere Martínez. “Un niño se forma mirando ejemplos, recibiendo guiones para saber actuar en el amor; si viene de una familia en la que hay poca referencia en torno a esto, será muy torpe en su manera de vincularse con otros en la vida adulta”. El hombre o la mujer que quedan reiteradamente en la ‘zona del amigo’ no han recibido de los padres o del entorno familiar los recursos para establecer relaciones amorosas, concluye Martínez. “Los niños, dado que sus padres pasan mucho tiempo trabajando, tienen cada vez menos herramientas para construir subjetividades fuertes”.

Una ficción de la época

¿Es la zona del amigo un espacio real? ¿O tiene al menos algún componente de amistad verdadera? Los diferentes escenarios comunicacionales nos han vendido esa idea, opina el psicólogo. Los adolescentes y jóvenes consumen como verdades lo que los medios masivos imparten. El joven, cargado de información pero con poca formación, termina creyendo que la friendzone, que empezó como una broma, es posible y existe como una forma válida de vincularse con el otro. “Esto, que era casual, hoy se ha vuelto más significativo y perenne en el imaginario social de los chicos”.

Las redes sociales, continúa, desvirtuaron el término amistad, junto con el amor, la autoridad y muchas otras instancias. Como el bullying. “En una generación anterior era físico y psicológico; hoy es cibernético y no da el respiro que brindaba el salir de la escuela y llegar a casa”. Es más complicado que antes y exige mucha formación de los educadores, dado que las formas de acoso son más diversas y permanentes.

Vínculos frágiles

Pero la educación en casa, menciona Martínez, también ha contribuido a deformar las formas de relacionarse. El filósofo Zygmunt Baumann plantea, en su libro Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos, que hay una “incapacidad aprendida de amar”, que la tendencia de hoy, fomentada en ocasiones por los padres, es tener un sinnúmero de relaciones sentimentales desde la adolescencia. El psicólogo disiente. “Eso te hará un experto en terminar relaciones, no en amor”.

La relación de amistad auténtica, en cambio, es desinteresada, supera la capacidad económica o atractivo físico; es un encuentro de seres que tienen objetivos en común. Uno no elige a sus amigos verdaderos de manera casual, advierte Martínez, sino porque inconscientemente comparte cosas con ellos. “Mucho de los amigos hay en ti y viceversa. Y quizás sí hay un interés: el de ser mejor. Una amistad genera crecimiento, no esclaviza a cuestiones tóxicas”.

Incluso, recalca la psicóloga Torres, una amistad sincera no admite edificarse por un objetivo que vaya más allá de ese vínculo. Así que lo más recomendable es que si uno reconoce un afecto diferente a ese, como un repentino flechazo, debería aclararle a su amigo o amiga la situación, que solo siente un cariño fraterno, sin lastimarlo, sugiere la experta en conflictos de pareja.

Saliendo de la zona

Aquí el primer paso, como en todo proceso de salud, es reconocer la existencia del problema. “Si el síntoma no hace señal para mí”, recalca Martínez, “no solo para el otro, es el momento para trabajar en lo que me está generando frustración. Que haya algo o alguien que pueda revelarme que esto está en mí, y en función de eso, pedir ayuda”, que puede ser psicológica.

Torres llama a tomar conciencia, a aceptar la realidad. “Es doloroso querer a alguien y darse cuenta de que no se es correspondido. Pero uno debe tratar de ser realista, no vivir una fantasía que le hará daño”, como que ‘algún día’ la otra persona le corresponderá. Sino tratar de comprender y aceptar finalmente que uno no ha sido compatible, a pesar de sus cualidades. Y, especialmente, no permitir que la decepción se convierta en frustración o depresión.

El mundo no se acaba cuando a uno no lo quieren como quisiera, dice Torres. Debe liberarse de esas ideas, pensar en su valor y sus fortalezas. Ocupar su mente con proyectos de estudio o trabajo, aprender un idioma, hacer ejercicios. Así mente y cuerpo estarán activos en una tarea constructiva. “Lo mejor en esto es socializar, salir con amigos y amigas, conversar, bailar. Poco a poco se repondrá”. De no superar esa etapa, añade Martínez, la persona quedará cada vez más aislada, contribuyendo a la inseguridad y a conductas negativas, como optar por el contacto virtual, para no invertir el tiempo y esfuerzo de enamorar a alguien.

Enamoramiento vs. ilusión

Es común malinterpretar el trato amable con un interés romántico, asegura Torres. De ahí a que a veces nazcan esos sentimientos no correspondidos entre conocidos. “Puede ser simplemente que esa persona esté siendo educada y valora mi amistad”. Hay que estar atentos a esas diferencias. ¿Qué es un enamoramiento real? Que cuando lo busquen, quieran estar a solas con uno, alaben sus cualidades, lo llamen por teléfono, lo visiten, sea continuo, no de vez en cuando. “Cuando hay continuidad en demostrar interés hacia mí, entonces le gusto a esa persona”, y así le puede corresponder si es recíproco.

Claro que la amistad es uno de los pilares de las relaciones románticas, cuando los dos están de acuerdo al mismo tiempo de tomar ese paso. “Se puede pasar de una amistad a una relación sentimental, y sería bueno porque en ese plano conoces a la persona en realidad, sus intereses, cualidades y defectos”. No obstante, siempre y cuando sea una amistad corta, de meses o un año, dice Torres, lo suficiente para conocerse y darse cuenta de si hay una atracción mutua. Ahí surge el amor. Una amistad tan larga no funciona, aclara, porque eso significa que no ha surgido química entre los dos.

Y si bien es cierto que el amor es un acto espontáneo, una vez que florece debe abonarse con comprensión, objetivos comunes, sinceridad, respeto, admiración mutua, comunicación, proyectos en conjunto y el sentirse respaldado. No olvide que el amor se fomenta y crece de dos lados, no solo de uno. (G.Q., D.V.) (F)

‘Solo como amigos’, ¿Usted está aquí?

“Estás en la friendzone cuando, aunque tienes mucha cercanía y confianza con el otro, la atracción no es de doble vía. El atractivo debe decir que solo van a ser amigos y que no pasará nada más. Si el otro se queda, es bajo su responsabilidad emocional”. Estefanía, 25.

“Es un lugar donde ubicas, consciente o inconscientemente, a alguien a quien le gustas y que ves solo como amigo. A veces la persona se comporta como amigo y no da indicios de que le interesa algo más. ¡Si solo te haces ver como amigo, no puedes reclamar que te han ‘friendzoneado’! Yo sí lo he hecho, diciéndole que lo veía como pana. Fue consciente. Él seguía siendo atento. Me invitaba a comer, y detalles así. Pero ya no fue culpa”. Diana, 30.

“Los dos tienen responsabilidad. El atractivo sabe que causa una emoción en el otro y que se puede involucrar aún más. Y el atraído sabe que debe asumir lo que resulte. Una vez me pasó, y sí se concretó, acepté... Y estuvo mal, no imaginé que me involucraría tanto. Y ya en la relación estable recordé por qué no la había visualizado desde el inicio”. Andrea, 38.

“La friendzone es estar en una relación de amistad que no saldrá de aquello, no hay más futuro sentimental que el de una sincera amistad. Lo que no nace, no crece. Sí existe, al menos de una de las partes y no necesariamente tiene el componente de la verdadera amistad. Tienes que preocuparte de ti mismo. Sal de tu zona de confort”. José, 27.

 

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