El desafío de la atención

25 de Junio de 2017

Mantener el pensamiento en lo que tenemos en frente, sorteando todo tipo de distracciones, es un reto para jóvenes y adultos.

“El arte es la eliminación de lo innecesario”, según una frase del artista español Pablo Picasso. El artista se centra en dejar lo esencial. Aplicado a la vida y al trabajo, si pudiésemos prescindir de lo que es innecesario en el momento presente, podríamos obtener mejores resultados. Pero para muchos es difícil poner atención en algo más allá de unos minutos.

La atención es prerrequisito del aprendizaje. Se va desarrollando a lo largo de la vida, a medida que madura el cerebro. Es una capacidad que se va ampliando con el tiempo. En la infancia es apenas de segundos, y en la adultez llega a máximo una hora, “y algunos autores dicen que no más de 20 minutos”, aporta la psicoterapeuta Lucy Roldán Palacios. Es un rango relativamente corto que exige que usted se abstraiga voluntariamente de todo lo que lo alejan de su objetivo. ¿Cómo lograrlo?

Entrene su mente

La atención, indica Roldán, tiene tres fases: 1. Orientar los sentidos hacia la actividad que está pensando en realizar, dejando de lado todo lo que pueda interferir con esa meta. 2. Seleccionar una parte de la información, con la cual va a trabajar, por sobre los datos externos (ruido, mensajes de otras personas) e internos (emociones, preocupaciones, incomodidad física). 3. Sostener la atención por un periodo determinado. Mientras menos objetos haya que atender, mejor será el resultado. Limitar las fuentes de estimulación externa.

El reto está en mantener el interés por un periodo largo. Para esto es importante tomar pausas. No tienen que ser grandes recreos. Basta con escuchar los cambios de voz que un conferencista utiliza con el fin de conservar a su público: les está dando un descanso.

También es importante conocerse. Los rasgos de su personalidad deciden si podrá funcionar con mayor o menor estimulación cerebral. Los introvertidos, ejemplifica Roldán, no requieren demasiada estimulación del medio para concentrarse. Pueden armar un rompecabezas de mil fichas, mantenerse enfocados y estar contentos. Los extrovertidos, en cambio, necesitan espacios de atención más pequeños y descansos más frecuentes. “Cada persona puede encontrar lo que se ajuste más a su estilo y funcionamiento mental”.

La motivación es otro factor de peso. ¿Por qué un niño tiene dificultades para mantener la atención durante 30 minutos de clase, pero no para una hora de videojuego o 90 minutos de fútbol? “Tal vez su manera de aprender es haciendo y obteniendo respuestas inmediatas”, dice Roldán. Los juegos de mesa entrenan la atención de niños y adultos. Si se añade la motivación de ganar, mejor. Busque actividades que le gusten y requieran la intervención de todos los sentidos. Conozca si en su caso es el silencio o el ruido de fondo lo que le ayuda a enfocarse.

Los componentes de la salud mental son la toma de decisiones, la toma de conciencia y la capacidad de vivir en el presente”.
Victoria de Murrieta

Tome el control de su mente

La dificultad para concentrarse puede tener su origen en una serie de malos hábitos, componentes que se adquieren casi sin darse cuenta, desde el punto de vista de Victoria de Murrieta, orientadora familiar especializada en formación psicodramática.

¿Cuáles son esos malos hábitos? Ella describe la mente como un poderoso recurso que, cuando se deja suelto, tiende a proyectarse hacia el pasado (para revivir los episodios más dramáticos y dolorosos) y hacia el futuro (un escenario de posibilidades angustiosas). ¿Qué pasa con la persona cuyo pensamiento está constantemente en uno de esos dos espacios virtuales? Que se ausenta de la realidad. No puede estar ni actuar en el presente.

Sucede, ilustra la terapeuta, con el conductor cuyo cuerpo está en el vehículo en marcha, pero su mente está en la conversación que sostiene al teléfono o en el problema que dejó en la oficina. ¿Entonces quién está al volante?

Usted está al mando de su pensamiento, no al revés. Desde el momento y el lugar en que está, manifiesta la orientadora, direccione la mente hacia a las lecciones del pasado o hacia las posibilidades futuras. Visualícela como un globo cuyo hilo usted tiene bajo control. “No puede hacer nada que usted no le permita. Y no puede estar en dos lugares a la vez. Use los recursos de la mente, sin perder la lucidez”.

Cuando esté totalmente consciente de lo que tiene en frente, la tarea no se hará tediosa. “Vivir en el pasado es tormentoso; vivir en el futuro es angustiante, y ambos son tiempos virtuales”, recalca la terapeuta. Ese sufrimiento no resuelve nada en el tiempo real, antes bien dispara efectos negativos en el cuerpo. ¿Cómo verificar que sus esfuerzos están rindiendo frutos en realidad? Cuando al trabajar se sienta energizado y en paz. A esto llama ella la realización personal.

Sobrecarga de información

Desde la perspectiva de la atención plena (mindfulness), una mente que no sabe enfocarse puede tener mucho conocimiento e información, “pero le falta sabiduría”, comparte la psicóloga Mariuxi Oyague. “Es una mente desenfocada por exceso de pensamiento, fuera de la calma”. La atención plena se puede alcanzar a través de la herramienta de la meditación, que lleva a la mente a centrarse en un solo punto, como la respiración.

¿Qué cosas nos mantienen sobrecargados? “A eso nos lleva, en este tiempo, la multitarea, el ocupar la mente continuamente en contenidos e imágenes”, como las que usted ha recibido a través de sus cuentas de redes sociales durante la lectura de este texto.

Cuando hay veinte ventanas abiertas en la pantalla, tres o cuatro de ellas con servicios de mensajería instantánea, la atención se reduce. Ser multitarea tiene sus ventajas, precisa por su parte Roldán, pero también tiende a restar al desempeño. Le tomará mucho más tiempo terminarlo todo y habrá menos probabilidades de aprender y de hacer un trabajo libre de errores. (D.V.) (F)

ENCANTO TECNOLÓGICO

Lo llamativo de los dispositivos electrónicos puede ser un enemigo de la atención. “Es muy difícil ignorar el sonido del teléfono, así sea un mensaje de texto”, comenta Roldán. “Está diseñado para que uno reaccione, es casi tan provocador de una respuesta como una alarma. Uno se dispone a responder”.

La tecnología, además, nos lleva a la inmediatez de la respuesta. Puede haber frustración por la falta de respuesta pronta o error por falta de reflexión al contestar. La atención se puede perder cada vez que aparezca un nuevo estímulo, aunque sea por unos segundos. Si usted quiere ser tener un tiempo más productivo, use el modo vuelo o silencio para su teléfono. No abra más de tres ventanas en la computadora mientras trabaja. Cree un ambiente libre de distracciones.

 

  Deja tu comentario