Disparejos e inconformes

08 de Marzo de 2015
Liliana Anchundia

Cuando uno de los miembros de la pareja avanza, puede surgir la insatisfacción del que se queda relegado o la exigencia del que espera que le siga el ritmo.

Con el paso del tiempo las personas van cambiando y a veces las parejas se distancian de las proyecciones que originalmente se planteaban. Entonces, los logros de uno pueden determinar al otro negativamente y afectar el relacionamiento de ambos.

Margarita Toral A., máster en Terapia Familiar, señala que dos personas, por más cercanas que estén, van a crecer y desarrollarse a diferente ritmo. Esto no debe dañar una relación de pareja, en la que debe primar el amor.

Amar a otra persona es querer su bien, ayudarla para que crezca y apoyarla cuando lo necesite.

Si se dan la mano el uno al otro, entonces no importará quien está más arriba social o económicamente, porque en una pareja bien llevada si uno sube jala al otro hacia arriba.

Amor e inteligencia emocional

El psicólogo clínico Juan Diego Almeida indica que pensar en el bienestar como pareja es fundamental para iniciar una familia. Pero si el crecimiento personal en algún área de la vida de su pareja le afecta negativamente, debe de hacer una introspección y encontrar la razón de por qué le afecta tanto, cuando en realidad debería de considerar ese logro como una oportunidad que dará más estabilidad no solo a la pareja, sino también a la familia que en algún momento decidan tener, si es que ya no la tienen.

Si logra hacer efectivo el trabajo de introspección, se encontrará con el origen de su malestar, que no son los logros de su pareja, sino el deseo reprimido que usted tiene, al ver que no ha podido avanzar. La frustración da paso a que la envidia tome control de usted, poniendo en riesgo su relación de pareja.

Asumir y enfrentar un problema va a depender mucho del nivel de inteligencia emocional que tenga la persona, explica Almeida. Muchos generan más conflictos de algo que ven como problema, mientras que otros se enfocan en resolverlo, y ven una oportunidad para mejorar.

El miembro de la pareja que tiene bajo nivel de tolerancia a la frustración o a situaciones estresantes, experimenta dificultad para expresar sus emociones, lo que no le permite aceptar, ni asumir, y mucho menos implicarse en la situación que está viendo como “generadora de conflicto”.

No solo se trata de que una relación de pareja esté sustentada por el “amor”, se trata de que cada uno asuma el compromiso de resolver sus conflictos personales internos y externos antes de asumirse como pareja, esto es, con el fin de que al momento de unirse, puedan haber hecho un trabajo psicoterapéutico (atención psicológica) o estén en proceso, prestándole sobre todo atención a sentimientos tan nocivos como la envidia y el orgullo, que lentamente corroen las relaciones entre pares.

¿Le afecta que su pareja no esté a su nivel?
Coméntenos

Ritmos diferentes

Cuando es la mujer la que avanza, los convencionalismos sociales de familiares y allegados remarcan el rezago del hombre.

En otras ocasiones, los conflictos se dan cuando es la persona que mejora en su carrera o estatus quien espera que su pareja atraviese exactamente los mismos procesos o vaya a su ritmo.

Pero las aspiraciones personales dependen del medio en el cual la persona fue criada, del tipo de motivación que recibió, del tipo de autoestima y autoconcepto que tenga de sí, del deseo por superarse.

La frustración que se genera en una de las partes, explica Almeida, se debe generalmente a dos factores:

1.- Que al dedicar tiempo a conseguir logros personales, la pareja lo vea como desinterés o falta de compromiso frente a sus otras responsabilidades, puesto que en muchas ocasiones alguien tiene que “sacrificarse” o ceder.

2.- El observar que un miembro de la pareja está superándose en su aspecto personal, y el otro no, provoca en muchas ocasiones la ya mencionada “envidia”, justificada y sostenida únicamente por sentimientos de inferioridad y baja estima; en no poder lograr lo que siempre ha deseado. El asunto aquí no es cómo lidiarlo, el asunto aquí es cómo evitar este tipo de emociones que generan inestabilidad y frustración que no nos permiten ver la situación como una oportunidad, sino como un problema.

Preste mucha atención si usted está obteniendo logros en su vida personal y detecta síntomas o señales en su pareja como: reclamos constantes, manipulaciones emocionales que pueden culminar en chantajes, falta de interés por las actividades que realiza o rechazo de las mismas, desprecio de sus logros por causa de la envidia.

Así como usted desea obtener logros personales, pregúntese: ¿le estoy dando la misma importancia a tener logros en pareja?

Toral refiere que entre las parejas que trata, algunas tienen diferentes maneras de ver la vida, con distintas aspiraciones, y aún así pueden ser felices y alegrarse y hasta adaptarse a la realidad del otro.

El problema empieza cuando no se ha aceptado al otro como es y se quiere forzar para que el otro sea como el primero, creyendo que es lo único aceptable.

En la vida de pareja hay que plantearse como objetivo principal: ¿Qué queremos para nuestra familia? ¿cómo conseguirlo en pareja? ¿qué objetivos secundarios debemos buscar y trabajar para conseguir ese objetivo principal? Si estamos desviándonos, entonces deberemos cambiar el rumbo; o si determinamos que en estos momentos hay que poner énfasis en algo que no se consideró y que si hace falta, entonces habrá que hacer ajustes al plan inicial. Recomienda Toral ser flexibles, pero con ideas claras. (F)

Datos de contacto: Ms. Margarita Toral: 098-012-5700; margaritatoral@gmail.com. Ps. Juan Diego Almeida: 099-534-4291; juandiegoalmeida@hotmail.com

  Deja tu comentario