De qué se habla en el aula

27 de Octubre de 2013
Liliana Anchundia

Una manera de saber en qué andan los chicos es prestando atención a sus temas de conversación.

A la hora de charlar con sus orientadores de curso o tutores, los temas que más les atraen a los adolescentes son de dos tipos: los que les despiertan curiosidad y los que les generan molestia o preocupación. Así lo resume el educador Miguel Panta, quien es tutor de adolescentes de entre 13 y 15 años y a diario lidia con sus inquietudes.

Panta explica que a los chicos les encanta lo que está de moda, “por el momento andan entusiasmados con el cubo de Rubik”; además quieren estar al día con la tecnología, “por eso se muestran muy interesados en informática”. En cuanto a los temas que les generan molestia, “ellos no quieren saber de control, se quejan de que no los entienden, que se les ponen muchas reglas y que no se accede a sus requerimientos”.

Lo que era el Departamento de Orientación y Bienestar Estudiantil (DOBE), en el actual Reglamento de la Ley Orgánica de Educación se convirtió en DCE (Departamento de Consejería Estudiantil). La psicóloga María Augusta Herrera detalla que en el departamento que ella lidera, los psicólogos abarcan cuatro grupos de alumnos, comprendidos por niveles: del inicial a segundo de educación básica; del tercero al séptimo; del octavo al décimo; y los de bachillerato. Y aunque ahora no se establece dentro del horario lo que se denominaba Asociación de Clases, el Ministerio de Educación contempla que las instituciones educativas aborden temas de sexualidad, prevención de adiciones, relaciones intrafamiliares, etcétera, en diferentes aspectos, con énfasis en valores.

Foro

¿De qué temas conversa usted con sus hijos?Participe

La licenciada Narcisa Cedeño, con base en su experiencia como educadora del nivel medio y posteriormente del nivel superior, señala que el maestro suele guiarse por los temas indicados en el currículo, tomando en cuenta las necesidades que presentan los alumnos o la coyuntura: problemas de relaciones entre compañeros de clase, el acercamiento al otro género, la timidez, de responsabilidad, amistad, cooperación, aceptación de la diversidad... “Se aprovechan determinadas situaciones que son de carácter personal. Incluso a nivel de preuniversitario, en el que los alumnos cuentan con mayor madurez, aún se aprecian rezagos de incumplimiento, que son propicios para hablarles de la importancia de la organización del tiempo y ser responsables con las asignaciones de tareas y la entrega de estas, ser considerados con los compañeros del grupo, etcétera”.

Herrera coincide: “Los temas para las charlas los sacamos de los asuntos que los chicos manifiestan: ‘subieron a internet comentarios negativos sobre mí’, ‘me han enviado una carta ofensiva’, o cuentan asuntos personales o íntimos que los molestan o angustian”. Temas del cuerpo, el cambio biopsicosocial del niño o adolescente, cómo fortalecer las relaciones con los compañeros o a nivel intrafamiliar, las nuevas adicciones a lo tecnológico y virtual, como las redes sociales y los chat de conversación, son parte de los temas sobre los que se elaboran las charlas. Por ejemplo, a los padres les preocupa mucho el enamoramiento a temprana edad porque se distraen de los estudios, pero los chicos están ansiosos por saber cómo aproximarse a esa persona que les gusta, las reacciones, etcétera. Ese despertar de atracción hacia el sexo opuesto es material para abordar con ellos, “de manera general, sin indicar una edad determinada de cuándo es propicio tener el primer enamorado/a, porque esa es una decisión de cada familia”, refiere la educadora.

Siempre hay excepciones, y hay los chicos que exigen un poco más, como Mafer Cevallos, de 14 años, a quien le gustan los temas de actualidad: “Tenía un profesor que explicaba las clases y hablaba de lo que ahora está sucediendo en el mundo, lo que sale en las noticias”. El dirigente de curso, con el apoyo del psicólogo de la institución educativa, son los receptores de las inquietudes de los adolescentes; reunirse con ellos, asistir a las convocatorias a padres nos pueden dar pistas para saber en qué andan los chicos y hacerles seguimiento.

  Deja tu comentario