Pienso, luego tuiteo

Por Mariquita Noboa
17 de Mayo de 2015

A ese pajarito azul que vuela a la velocidad del rayo por todo el planeta llevando y trayendo mensajes lo vamos a vestir de rosado para celebrar sus quince años.

Aunque recién extendió sus alas hace apenas nueve años, es tal su poder de penetración en todos los estratos que activa sesenta y cinco millones de mensajes al día. Así son estas células electrónicas que nos hacen saber que estamos en el siglo XXI.

Nos permite comunicación instantánea, puede ser social o de trabajo, lo importante es saber cómo y en qué circunstancias debemos recurrir a lo que hoy domina el ámbito comunicacional, el Twitter.

Lo primero que debemos saber es que se trata de una comunicación pública, por lo tanto, reflexione primero sobre lo que va a escribir, una vez enviado, ya no hay forma de revertir lo dicho.

No le cuente al mundo que está en la peluquería haciéndose los highlights, eso no le incumbe a nadie más que a usted y a su peluquero.

Hay que ser coherente, como en la vida real. No escriba nada que no pueda sostener frente a frente.

¿Que quiere tener miles de amigos virtuales? Primero pregúntese para qué. Invierta bien su tiempo, analice los propósitos de esta comunicación.

Es bueno saber que hay normas de etiqueta en el tuit. Los buenos modales también tienen aplicación en esta plataforma. No envíe comunicaciones innecesarias después de las diez de la noche, ni antes de las nueve de la mañana.

Hay que respetar las voces idiomáticas y las reglas ortográficas. No escriba ‘ksa’ para referirse a la casa, ni ‘xq’ al querer dar una explicación. El exceso de abreviaturas produce incomodidad en la lectura. Si quiere ser bien recibido a través del Twitter, escriba correctamente.

Recuerde que son apenas ciento cuarenta caracteres y que los nombres propios se escriben con mayúsculas. Es una falta de respeto escribirle a don pedro, así, con p minúscula.

Si está pasando por situaciones emocionales difíciles, primero piense lo que va a decir. No deje correr toda su indignación; analice antes las consecuencias posteriores.

No se escude en el Twitter para botar toda la basura en contra de alguien que no puede defenderse. Pero si quiere ser un tuitstar va a tener que aplicar las reglas que se siguen en Bollywood, en Hollywood y en toda la industria del espectáculo: contrate un social manager para que responda por usted. (O)

mtnoboa@hotmail.com

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