Choque de escobas
Estimada amiga: si mañana usted recibe un correo electrónico en el que galantemente le dicen “Feliz día de las brujas”, no se sienta incómoda y mucho menos ofendida.
Esto de ser brujas nos viene por antonomasia, por género y no por elección. Es la capacidad de ver un poco más allá de lo que los ojos físicos pueden registrar. Usted que es, entre muchas otras funciones, la presidenta ejecutiva de su hogar, lo sabe muy bien. En calidad de ministra de hidrocarburos, solamente usted sabe cuándo se va a necesitar otro tanque de gas o como ministra de turismo conoce cuándo nos podemos ir a Nobol, a pedirle milagros a la Narcisita y comer bollos o ir a Bucay a las cascadas y saborear esos inigualables choclos con queso.
Ya estrenada como ministra de economía (porque sabe hasta dónde estirar la sábana), puede decidir si avanzan hasta Sangolquí para recrearse entre los Andes y comer el tradicional hornado, de la familia Tituaña, o se quedan comiendo helados de palito en la vereda de su casa.
Así las cosas, no le queda otro camino que ponerle “buena cara al mal tiempo”.
Mantenga su buen talante y evite discutir.
Si el que sabemos le dice que está “gooorda…” pídale que le compre “uñas de urraca, para ponerse flaca…”
Con un poquito de picardía acérquese a su amado y susúrrele al oído: “Alas de murciélago y colas de lombriz, que hoy y siempre seas muy feliz…”.
Nunca estarán de más los buenos augurios: “Ojos de sapo, patas de rana, que tengas buena suerte toda la semana…”.
Si por ahí alguien está preocupado: “Cuerno de unicornio o cuernos de dragón, que nunca nadie hiera tu corazón”.
Y usted, coja su vehículo y comience a bailar. Conduzca con cuidado y evite chocar: “Escobita, escobita, que me ponga más bonita”.
Pero el factor económico no se puede olvidar, así puede volver a soñar, a comprar y a viajar; entonces con cuchara de palo en mano, en la cocina, va a pedir: “Calderito, calderito, que me llegue más de un dolarito…”.
Ahora sí, en serio, mañana es el Día del Escudo Nacional. Tiempo propicio para reverenciar nuestro símbolo patrio. Mañana es lunes y Pomponio lo sabe. (O)
