Los profetas y sus profecías: Brillantes e importantes

Por Paulo Coelho
12 de Enero de 2014

“Pienso que son un buen estímulo, cuando nos estemos planteando dejar de luchar por algo en lo que creemos”.

Vale la pena recordar aquí algunas de las frases más “brillantes”, dichas por personas muy “importantes”. Pienso que son un buen estímulo, cuando nos estemos planteando dejar de luchar por algo en lo que creemos.

•“¿Una barrena para petróleo? ¿Estás hablando de agujerear el suelo para encontrar petróleo? ¡Tú estás loco!”. Operarios que Edwin L. Drake intentó contratar para su proyecto de prospección de petróleo, en 1859.

•“Este teléfono tiene demasiados inconvenientes como para tomarlo en serio como medio de comunicación. Esta jerigonza no tiene ningún sentido para nosotros”. Memorándum interno de la Western Union, convenciendo a sus empleados de que el futuro estaba en el telegrama, 1876.

•“Pienso que merece la pena invertir. En el mundo, hay mercado para cinco computadoras”. Thomas Watson, presidente de la IBM, 1943.

•“La caja de música sin hilos no tiene ningún valor comercial. ¿Quién pagaría por oír un mensaje que no se envía a nadie en particular?”. Consejo del director de la David Sarnoff, en respuesta a su consulta urgente sobre inversiones en radio en los años 20.

•“¿A quién podría interesarle escuchar a los actores hablando?”. H.M. Warner, Warner Brothers, en el auge del cine mudo, 1927.

•“Estoy feliz porque es Clark Gable quien se va a partir la cara, y no Gary Cooper”. Gary Cooper, sobre su decisión de rechazar el papel protagonista en Lo que el viento se llevó”.

•“No hay ninguna razón o motivo concreto para que alguien quiera tener un ordenador en casa”. Ken Olson, presidente y fundador de la Digital Equipment Corp., 1977.

•“A nosotros no nos gusta como suenan, y la música de guitarra eléctrica está claramente en extinción”. Decca Recording Co., al rechazar a los Beatles, 1962.

•“Todo lo que podía ser inventado, ya lo ha sido”. Charles H. Duell, director del Departamento de Patentes de los Estados Unidos, 1899.

•“Entonces fuimos a Atari y les dijimos: Miren, hemos hecho este trasto simpático, construido con algunas piezas suyas. ¿Qué les parece si nos financian? O, si no, nosotros se lo damos. Solo queremos producirlo: nos pagan nuestros salarios y nosotros trabajamos para ustedes. Y ellos dijeron, no. Entonces fuimos a la Hewlett-Packard, y allí nos dijeron: No los queremos, ni siquiera han terminado la facultad”. Steve Jobs, fundador de Apple Computer Inc., que inventó el ordenador personal.

•“Ya no estoy interesado en editar este libro, que ya se ha vendido todo lo que podía venderse”. El primer editor de El Alquimista devolviendo el contrato al autor, 1988.

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