¿Para qué le sirven los celulares a los niños?

Por Ángela Marulanda
25 de Marzo de 2012

La mayoría de los padres equipamos hoy a los hijos con un celular porque creemos que es muy práctico e indispensable para estar en contacto con ellos. Como significa un gasto costoso, vale la pena preguntarnos... ¿para qué sirve darles este aparato a los niños?

Se me ocurre que les sirve para que ellos puedan hablar con quien quieran y cuando quieran, así incomoden o interrumpan a los demás; para irse a donde se les antoje y decirles a sus padres que están adonde se supone que irían; para conversar hasta medianoche, dormir poco y llegar al colegio tan cansados que no pueden estudiar; para llamar a la mamá al trabajo y ordenarle que les lleve la tarea o el libro que olvidaron en la casa; para vivir obsesionados “textiando” o jugando con videojuegos a todas horas; para que cualquier desconocido los pueda llamar, incluyendo intimidadores, depravados, ladrones... o en el mejor de los casos, amigos que no nos gustan; para desaparecerse por horas afirmando que no pudo llamarnos porque “no había señal” cuando están haciendo lo que no deben o donde no deben; para pedirle a sus compañeros que les “textien” la respuestas durante el examen porque no las saben; para atormentarle la vida a un compañero a todas horas del día y de la noche hasta llevarlo a quererse morir; para que otros lo intimiden, lo difamen, lo sobornen, lo amenacen o se burlen de ellos sin piedad; para hacer “sexting”, es decir, circular fotos de sus partes íntimas y llamar la atención así como para difundir por el ciberespacio las de una compañera que envió las suyas; para que lo atraquen y lo hieran por robarle su celular;  para que los contacten y secuestren quienes secuestran niños para venderlos a la industria de la pornografía; para conectarse con internet y deambular solos por el ciberespacio viendo cosas interesantes pero también otras atroces.

Como los niños son menores de edad hasta los 18 años y deberían estar siempre a salvo y bajo el cuidado  o supervisión de los adultos, preguntémonos... ¿vale la pena que nuestros hijos corran tantos riesgos para que tengan lo que “tienen todos” o para creer que tenemos algún control sobre quienes ya no tenemos autoridad?

www.angelamarulanda.com

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