Murallas interiores

Por Carlos Muñoz Gallardo
10 de Mayo de 2015

El mundo empresarial plantea constantes desafíos que exigen flexibilidad, innovación y una perspectiva global. Esto requiere de las organizaciones un perfil profesional capaz de adaptarse al cambio y generar una cultura de innovación. Sin embargo, existen muchas resistencias dentro de las organizaciones para emprender las transformaciones necesarias.

El principal desafío para el cambio no se encuentra en el exterior, sino en las murallas interiores que muchas veces impiden avanzar con la debida flexibilidad y apertura. A continuación se describen algunas de estas limitantes mentales: a) Rigidez, la persona se centra exclusivamente en su manera de ver y entender la realidad sin tener una adecuada escucha ni sensibilidad ante su entorno; b) Deseo de control, se asocia con un estilo de liderazgo restrictivo que no impulsa ni promueve la innovación; c) Visión catastrófica y negativismo, focaliza la atención en los problemas y no es capaz de visualizar las oportunidades; d) Victimización, actitud poco proactiva en la cual se justifican las propias falencias o se culpa a los demás de sus errores; e) Autosuficiencia, idea distorsionada de creer que puede alcanzar las metas sin necesidad de los demás.

Todos estos paradigmas van construyendo una prisión que van aislando a la persona de su entorno y de sí mismo, impidiéndole ser un agente real de transformación. Para poder generar una cultura de transformación debemos antes ayudar a desmontar aquellas murallas interiores que nos impiden salir de nuestra zona de confort, vencer temores y conquistar nuevas metas. Una cultura de innovación debe promover e incentivar a aquellos que proponen soluciones creativas y anticipan escenarios, sea para prevenir dificultades o aprovechar oportunidades existentes. Un estilo de liderazgo de transformación cultural buscará identificar los talentos de los trabajadores y potenciarlos en un ambiente de libertad en el que cada persona pueda dar lo mejor de sí cooperando con los demás miembros de la organización.

Cada miembro de la organización puede aportar al cambio empezando por el desafío de identificar las propias limitaciones o paradigmas errados y potenciando sus riquezas, aportando así a la creación de una cultura de innovación y desarrollo organizacional. (O)

carlosmunoz@humane.edu.ec

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