Los peligros de la fertilización asistida

Por Ángela Marulanda
13 de Noviembre de 2011

La fertilización asistida es una bendición para muchas parejas que de otra manera no podrían tener hijos. Sin embargo, cuando se aceptó fecundar a mujeres solas se abrió la opción de que se “fabriquen” bebés con propósitos o en circunstancias absurdas como, por ejemplo, los gestados con esperma adquirido en el espacio virtual.

Este último fue el tema anunciado en la portada de la Newsweek de octubre 12, que trata sobre ‘Cómo encontrar un donante sexual en la web’.  Informa sobre distintos sitios que ofrecen este servicio, como el Registro de Donantes de Esperma Gratuito, un portal que lista los nombres de hombres que lo regalan y de mujeres que lo buscan. También habla de otros bancos virtuales de semen que lo venden porque lo compran, entre otros, a universitarios que ganan $ 12 mil dólares al año por 2 entregas de esperma semanales.

A mi juicio esto es como subastar la vida de un ser humano para satisfacer el deseo de quien quiera embarazarse para cualquier propósito... y que puede incluir hasta el de vender bebés al mercado negro de adopciones o al de pornografía infantil (como ya está ocurriendo en Holanda).

Aún la fertilización de una mujer sola porque “tienen derecho” a un hijo es absurda. Procrear no es un derecho, es un don de nuestra naturaleza que va de la mano con el derecho sagrado del hijo de tener o por lo menos saber quién fue su papá. Privarlo es como amputarle la mitad de su identidad, de su historia... de su ser. Estudios realizados en adultos hijos de “donante” muestran que ellos tienen serios problemas por esto, entre otros, que viven agobiados por no conocer a su padre, consideran que fueron “comprados” y se obsesionan a menudo con cualquiera que se parezca a ellos pensando si serán parientes.

El problema de fondo es que, mientras que la mamá quiere tener un hijo, el niño necesita tener un papá. Fernando Savater afirma que “fertilizar a una mujer sola es programar huérfanos a priori y eso es una barbaridad. Para el hijo, tanto la figura paterna como la materna son fundamentales, complementarias y distintas. Que algunos niños sean huérfanos de padre, no significa que no tenerlo es irrelevante”. Es injusto anteponer los deseos de la madre sobre las necesidades vitales de su hijo, pues significa negarle de partida la oportunidad de tener papá.

www.angelamarulanda.com

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