Las fiestas y el alcohol

Por Lenín E. Salmon
21 de Diciembre de 2014

Se aproxima un largo feriado que prácticamente unirá Navidad con el nuevo año, haciendo más espacio para las tradicionales celebraciones. Tendremos la ocasión de reunirnos con familiares y amigos, viajar, descansar y brindar por las fiestas. Un invitado que hemos convertido casi en indispensable en la mayoría de los eventos es el alcohol, en alguna de sus variedades. Sabemos que, tomado con mesura, alegra el espíritu y nos motiva a compartir el feliz momento; consumido en exceso altera la paz y puede causar mucho dolor.

Es increíble cómo un trago demás puede transformar un momento de dicha en una tragedia, y estas festividades, estadísticamente, no serán la excepción para algunas infortunadas familias. Esta columna está orientada a ayudarlo a que usted no forme parte de dichas cifras.

La primera recomendación es algo trillado, pero de vida o muerte: si va a beber en una reunión, no conduzca un vehículo. Por muy “controlado” que usted se considere, hay centenares de otros choferes (y peatones) embriagados que no son cuidadosos. La solución más sencilla es, de antemano, acordar con un amigo sobrio en la fiesta, o con un taxi de confianza, que lo lleve a su casa. Esta sensación de tranquilidad no tiene precio. Otro tema es nuestro clima tropical: muchas veces al llegar a una reunión, sin darnos mucha cuenta, tomamos uno o dos tragos solo para calmar la sed, prácticamente antes de que empiece la celebración. Para evitar este exceso deberíamos tomar un par de vasos de agua antes del primer trago. También debemos tener presente que nuestro organismo metaboliza un trago de alcohol (una copa de vino, un vaso de cerveza, un shot de licor) en aproximadamente una hora, que es lo que debería mediar entre trago y trago. Durante el tiempo intermedio, si debe beber algo, tome cualquier otra clase de líquido, que además actuará como diurético.

Como el alcohol desinhibe, es decir, nos impulsa a actuar sin medir mucho las consecuencias, antes de asistir a una reunión convendría tener presente quiénes van a participar en la misma y, con anticipación, si es del caso, saber cuándo retirarse (no es lo mismo una fiesta con amigos del barrio que una reunión con su jefe o futuro suegro). Haga su parte para que estas sean unas felices fiestas. (O)

salmonlenin@yahoo.com

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