La relación con la expareja
¿Es perjudicial mantener la comunicación con la expareja? Depende de los motivos. Hay situaciones en las que esta conexión es indispensable, o inevitable (hijos en común, un negocio no liquidado, deudas contraídas, etc.). Hay otras en las que existe por elección (continuar con el grupo de amigos, permanecer trabajando en la misma empresa, mantener cercanía con la familia del/la ex). Esta interacción es particularmente dañina cuando se busca o se mantiene por necesidad (soledad, temor o incapacidad para explorar nuevas relaciones, dependencia emocional). También, por supuesto, puede existir porque antes de ser pareja fueron buenos amigos y guardan muchas gratas historias de aquellos tiempos, aunque nunca será como antes.
El tema realmente se complica cuando uno de los dos empieza una nueva relación pero no logra, o no quiere, desconectarse de este pasado. Esto sucede en aproximadamente cuatro de cada diez casos. Es muy improbable que la nueva pareja apruebe esta comunicación extemporánea e inoportuna, y más bien la interprete como una amenaza al fortalecimiento de su unión, que en la etapa inicial es cuando más seguridad debe recibir. Un estudio encontró que la frecuencia del contacto con el/la ex se relacionaba inversamente con el grado de satisfacción en la nueva relación (más frecuencia de comunicación lleva a menos satisfacción, o, a la inversa, tal vez menos satisfacción lleva a más frecuencia). En ambos casos es una bomba de tiempo para la nueva relación, e indica que la persona en cuestión no ha dejado realmente atrás este pasado, lo que le impide mirar hacia adelante con toda la responsabilidad y entrega que su nuevo compromiso necesita y exige. Es imposible que un barco zarpe si no levanta el ancla.
Cuando se empieza una nueva relación la intención es que funcione y produzca un bienestar siempre en aumento, haciendo las partes todo lo posible para asegurar y garantizar el crecimiento, la fortaleza, y la estabilidad de esta empresa, de las más importantes de la vida en cualquier momento en que suceda. Las relaciones anteriores fracasaron por alguna razón, pero sin duda debieron dejar un aporte a la experiencia, una contribución a la evolución y desarrollo de la madurez emocional. Una nueva unión requiere de un espacio afectivo sin restricciones, sin ataduras, para ambos sentirse libres y con derecho a ir en busca de su felicidad. (O)
