Evitar el conflicto… agrava el problema

Por Ángela Marulanda
29 de Mayo de 2016

Con frecuencia las parejas creen que no tener ningún disgusto con su cónyuge indica que su relación es muy buena y por eso muchas tratan de evitar cualquier desacuerdo que pueda dar lugar a que haya problemas con su pareja. Sin embargo, quienes tratan de evitar el conflicto porque temen que su matrimonio se arruine, lo que logran no es vivir en perfecta armonía, sino que sus diferencias se empeoren y los problemas se agraven.

Lo grave es que, cuando las inconformidades no se expresan porque callan para evitar problemas, estos se empeoran en lugar de solucionarse. Y como la solución por la que optan es no dirigirse la palabra, lo que logran es postergar y agravar la situación.

Las parejas que tienen una relación estable y armónica son aquellas que saben discutir y conciliar sus discrepancias de manera que se fortalezcan sus vínculos y se mantenga ileso su amor.

Para tener una relación armónica y enriquecedora lo importante no es siempre ceder para evitar disgustos, sino aprender a manejarlos y concentrarse en solucionarlos, no en tener la razón ni ganar la pelea porque así acabarán por arruinar su matrimonio.

Las parejas que tienen éxito en su matrimonio no son las que nunca están en desacuerdo ni tienen un altercado, sino las que abordan sus problemas con el ánimo de conciliar sus diferencias y no de ganar la pelea. Lo importante es que tengan presente que todos los matrimonios tienen conflictos y que lo fundamental es que estén de acuerdo en que no siempre tienen que estar de acuerdo.

Un buen matrimonio no es uno en el que los esposos nunca tienen desavenencias, sino los que están dispuestos a arreglar las discrepancias que haya entre ellos porque saben que no hay mejor esposo que el papá de sus hijos ni mejor esposa que su mamá. (O)

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