El celular… ¿Teléfono o cordón umbilical?

Por Ángela Marulanda
06 de Julio de 2014

Se imaginan lo incómodo y agotador que sería si la naturaleza hubiese dispuesto que el cordón umbilical de los hijos no se pudiera cortar sino unos cuantos años después de nacidos? ¿Y que nos tocara vivir con ellos colgados de nosotros a todas horas del día y de la noche por un buen tiempo?

Para mí, temo que eso es lo que está pasando, pero no porque así lo haya dispuesto la naturaleza sino porque nosotros decidimos hacerlo cuando les ayudamos,  les solucionamos y les damos todo a los hijos. No sé a qué horas nos inventamos que ser buenos padres es estar constantemente al tanto de sus obligaciones, monitoreando sus asuntos, asumiendo sus deberes como propios y pagando las consecuencias de sus errores. Y lo grave es que hoy es tentador y fácil “colaborarles”  (léase inmiscuirnos) en sus problemas permanentemente gracias a que dotamos a los niños con un celular que hace las veces de cordón umbilical virtual y les permite llamarnos a cualquier hora del día o de la noche para que nos encarguemos tanto de sus obligaciones como de sus complicaciones. 

Lo lamentable es que esa “ayuda” de los padres lo que logra es mantener a los hijos dependientes de nosotros. Debe ser por eso que tantos no quieren casarse ni asumir compromisos porque, gracias a nuestra dedicación y servicios para que todo les salga bien y vivan felices, los hemos convencido de que no tienen que luchar ni esforzarse por nada. Y como quienes  respondemos por todos sus asuntos somos nosotros, muchos de ellos no saben qué hacer con su vida  y lo único que saben es que quieren más dinero, más favores, más ayuda, más diversiones, más privilegios, más y más…

Yo me pregunto, con estos antecedentes… ¿cómo podrán los hijos ser personas responsables, luchadoras y autónomas, que son cualidades fundamentales para triunfar en su vida personal, profesional y matrimonial?

www.angelamarulanda.com

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