Comienza un año más para...

Por Ángela Marulanda
30 de Diciembre de 2012

Me encantan los deseos de renovación que trae el comienzo de un nuevo año, porque es un momento que nos anima a renovarnos y a hacer propósitos sobre lo que queremos hacer para que el futuro sea mejor.

Tenemos por delante un año para ser mejores mamás y papás, dedicándonos a disfrutar más a los hijos, a conversar, reír y compartir con ellos antes de que se sigan acostumbrando tanto a estar chateando con sus amigos y en internet o con el televisor que ya no quieran pasar tiempo con nosotros.

Tenemos un nuevo año para proponernos a darles a los hijos importantes oportunidades, siendo la primera de ellas la oportunidad de valerse por sí mismos, de asumir sus responsabilidades, de cumplir con sus deberes, de solucionar sus problemas y de pagar por sus errores.

Tenemos un año más para decidirnos enriquecer nuestra relación de pareja, para apoyarnos, para comprendernos, para respetarnos, es decir, para amarnos. Si seguimos ignorando que la única forma de recibir amor es dándolo y persistimos en demandar lo que no ofrecemos, será difícil seguirnos amando.

Tenemos otro año –y quizás no muchos más– para ser buenos hijos, para acompañar a nuestros padres, para comprender que están envejeciendo y que, aunque sus capacidades estén disminuyendo, su sabiduría sigue creciendo. Y que, a medida que pasan los años, necesitan más que nunca de nuestro afecto y respeto.

Tenemos un año más para comprender que la vida es muy corta y que por andar corriendo no estamos viviendo. Propongámonos a dejar de ambicionar todo, de estar en todo, de poderlo todo, para concentrarnos en tener menos y ser más.

www.angelamarulanda.com

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