Moda vintage: La exclusividad de antaño

De Europa a Buenos Aires, lo vintage se toma el presente trayendo la nostalgia de décadas pasadas. Prendas y accesorios que van más allá de mostrar un diseño, teniendo como impronta su historia y valor único.

Lo escuchamos a menudo cuando se habla de moda o tendencias. La palabra vintage se ha vuelto tan común que a veces podría ser mal utilizada o interpretada. El término inglés se refiere a artículos o prendas de diseño que surgieron a partir de 1900 y que son recuperados para insertarlos en el presente, en cuanto a moda se refiere.

¿Pero cómo sabemos si un vestido o accesorio es vintage? La característica principal para que una prenda sea catalogada como tal tiene que ver con los años de elaborada (mínimo 20), que no es lo mismo que “moda retro”, la cual evoca al pasado como fuente de inspiración, sin necesidad de que la ropa pertenezca o haya sido diseñada en alguna época en especial.

Cada vez son más las marcas que toman como base los rasgos vintage para crear sus diseños, lo mismo sucede con la alta costura, como se pudo ver en París durante los desfiles de la última temporada, Chanel, Giambattista, Valentino y Dior se inspiraron en las décadas de los cuarenta y cincuenta para armar sus colecciones. De hecho, este último quiso recuperar el famoso New Look, ícono de la marca en los años treinta, a través de una nueva versión creada por su exdiseñador estrella John Galliano. Pero además de innovar con este estilo, también hay la posibilidad de adquirir verdaderas prendas de lujo de marcas como estas en distintas ferias alrededor de Europa.

Una de las más conocidas es la Feria de Moda Vintage Madrid, que se realiza todos los años. Allí se reúnen piezas de más de cien diseñadores con valores muy costosos según la antigüedad y materiales que tenga la prenda o accesorio. Como dato curioso se podría pensar que el lugar por excelencia para encontrar tiendas vintage sería algún país en Europa, sin embargo, podría sorprendernos saber que Tokio es otro país en donde se le presta mucha importancia a la historia y a la recuperación de objetos antiguos muy valiosos, a tal punto de encontrar algunos mercadillos de antigüedades y locales de ropa decorados con máquinas de coser vintage y mucha ropa exclusiva de otra época.

En Argentina también hay una zona reconocida por tener anticuarios y ferias al aire libre. Se trata del barrio de San Telmo, en donde no solo se encuentran ropa y accesorios, sino también artículos o artefactos de antaño. Lo llamativo es la afluencia de público que genera este comercio de “lo viejo” y que se va proliferando cada vez más.

El concepto de reciclar ropa, o hacer negocio con prendas viejas, se lleva a lo cotidiano también. Paulette Selby tiene quince años con un local llamado Juan Pérez en Buenos Aires, que se encarga de ofrecer ropa de segunda mano, pero también prendas de lujo, algunas excéntricas, con un alto valor en cuanto al diseño y época. Ella dice que la gente se acerca a diario con la intención de vender objetos, accesorios y prendas en muchos casos de la época de sus abuelas y en otras solo por ganar algo de dinero con lo que ya no usan. Los percheros se llenan de abrigos de pieles, texturas brocadas, faldas y blusas estampadas con detalles como lazos, lunares, flores o variedad de piedras.

Pero hay que destacar, según los expertos en moda, a qué tipo de detalles hay que prestar atención cuando vamos en busca de moda vintage a alguna de estas tiendas. Según Alejandra Gougy, diseñadora y dueña de la marca Cosecha Vintage (Argentina), lo que más representa a esta moda son los vestidos, porque con ellos se rescata un concepto de feminidad en la mujer, las telas plisadas, texturas como el bordado y en algunos casos una práctica muy antigua que era el de envainillar las telas y trabajarlas a mano con aplicaciones de encajes. A estas características se suman que deben tener más de 20 años de antigüedad o tres años si se trata de un diseñador internacional, y por supuesto, tiene que ser algo que se pueda convertir en un clásico, según la opinión de Jazmín Rodríguez, scouter vintage (scouter son ‘buscadores’) y dueña de la tienda Bimba Vintage, muy reconocida en Buenos Aires.

Así como la marca Bimba Vintage, existen varias tiendas encargadas de ser recolectores de piezas únicas de diseño alrededor del mundo, para luego ponerlas en venta a gente que aprecia este tipo de estilo. Adhiere que el vintage tiene que ver con un estilo personal, la necesidad de buscar ropa diferente, exclusiva, en algunos casos costosa y que defina bien el look de una mujer. Y que suelen usarlo las estilistas, modelos, artistas, arquitectas y mujeres que necesitan volar un poco con la ropa que visten.

Fotografía: Guillermo Benítez. Modelo: Anush Hovagimian. Maquillaje: Natacha Salazar. Vestuario: Cosecha Vintage (Buenos Aires).