Responsabilidad global: Banco de alimentos

Por Epicuro
13 de Octubre de 2013

“Todos ignoramos lo que nuestros ojos no logran observar. El consumismo salvaje sigue siendo ofensa en medio da tanta carencia. La educación de los niños es primordial”.

“Cuando segares las mieses de tu campo no cortarás el fruto de la tierra hasta el suelo ni respigarás lo que queda, ni tampoco en tu viña rebuscarás los racimos y granos de uvas caídos sino que dejarás a los pobres y forasteros que los recojan”. El consejo bíblico no ha perdido vigencia. ¿Saben ustedes que el despilfarro de alimentos supera los mil millones de toneladas por un costo de 750.000 millones de dólares y contamina severamente el medio ambiente?

Hablando más claro, permitimos que la tercera parte del total de alimentos producidos se eche a perder, sea por excesivo consumismo, sea por prácticas inadecuadas, mientras 870 millones de seres humanos están cada día hambrientos. Basta con ver lo que mucha gente deja en su plato cuando acude a los restaurantes, sitios de comida rápida, basta con recordar lo que queda en las mesas después de que la gente acude al bufé de un matrimonio o de algún coctel.

Una vez hice un reportaje a los niños chamberos de Samborondón, me mostraron lo que encontraban: latas de conservas con fecha caducada, relojes, ropa en regular estado, botellas de refrescos llenas, paquetes de fideos y otras rarezas convertidas por ellos en verdaderos tesoros. ¿Por qué será que mucha gente se sirve una cantidad de alimentos que no sabrá terminar de comer? Entre China, Japón y Corea del Sur cerca de 200 kilos de verduras y cereales por habitante son desperdiciados en promedio cada año. La justificación suele ser una afición total a los productos frescos.

Por el año 1967 en Estados Unidos nació Diakonía (banco de alimentos). Surgió de la idea de recoger el excedente de alimentos en restaurantes, supermercados, productores, para entregarlos a los pobres de la ciudad. Según una encuesta de la FAO, 317.514 personas padecen hambre en la ciudad de Guayaquil.

Al prosperar en nuestra urbe aquel noble proyecto se organizaron entidades sociales, Pamela Jalil y María Auxiliadora Avellán aceptaron el desafío. El eslogan es: ‘Tu pan da vida’ lo que el pueblo traduciría como “barriga llena, corazón contento”.

El banco de alimentos Diakonía está ubicado en el kilómetro 5,5 de la vía a la costa, se trata de un voluntariado al que muchos pueden aportar. Solo nos preocupamos de aquel problema en las fechas de Navidad, pero mucha gente padece hambre a lo largo del año y, en ese objetivo, se realizará una gran colecta en Guayaquil el sábado 19 de octubre en la explanada del MAAC (junto al Imax) de 08:00 17:00.

La canasta ideada incluye cereales, lácteos, leguminosas, atún, cárnicos, frutas, carbohidratos y legumbres. Donantes permanentes son Toni, Nestlé, Pronaca, Unilever, Calbaq. Es una obra factible, de extrema importancia. No hace mucho circuló por internet un reportaje acerca de indigentes recogiendo presas, a veces enteras, en la basura de unos establecimientos de comida rápida, sin control de higiene, mas con la justificación de una evidente urgencia.

Todos ignoramos lo que nuestros ojos no logran observar. El consumismo salvaje sigue siendo ofensa en medio da tanta carencia. La educación de los niños es primordial, pues bien recuerdo cómo mis padres me retaban cuando desperdiciaba algo de comida. Haber vivido restricciones en mi infancia durante la Segunda Guerra Mundial resultó ser una lección inolvidable.

epicuro44@gmail.com

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