Nueva opción en pleno centro

Por Epicuro
25 de Diciembre de 2011

El Establo es un establecimiento nuevo: hay que darle tiempo para que encuentre su justo equilibrio, su fórmula definitiva. Capitaneado por un empresario que conoce muy bien su oficio, pienso que el sitio tiene todos los elementos necesarios para alcanzar un gran éxito.

Vimos desaparecer durante estos dos últimos años  a una gran cantidad de restaurantes mientras surgían otros. El 2011 fue el año en que se afianzó Plaza Lagos. Desde luego hay los inamovibles, aquellos que tienen decenas de exitosa labor, otros que ni siquiera lograron despegar o se quedaron  en proyecto, unos que cambiaron de ubicación, pusieron sucursales. La vía a Samborondón es el nuevo polo de atracción.

Sin embargo, el centro mismo de la ciudad, algo huérfano, tiene una nueva esperanza. En P. Icaza, entre Pichincha y malecón Simón Bolívar, junto al edificio La Previsora, apareció El Establo.

Ubicado en un primer piso me causó, apenas ingresé, una grata impresión. El sitio, a pesar de ser amplio, tiene la debida iluminación, ambiente algo íntimo, ideal para un almuerzo romántico, discreto para una reunión de negocios. De noche no funciona como restaurante sino como lugar ameno para cocteles, tertulias, buen esparcimiento. El estacionamiento es obviamente muy difícil al mediodía, sin problemas de noche.

El nombre mismo del establecimiento evoca carne vacuna. Los asientos, muy cómodos forrados con las típicas  manchas negras sobre fondo blanco de las vacas han sido un acierto decorativo. El personal atento tiene buena formación. Debemos recordar que el dueño ha tenido anteriormente un sitio de calidad junto al puente que une Miraflores y Urdesa. Hice en aquel entonces una buena crítica pero el local resultó estrecho, al final cerró sus puertas. Estamos entonces frente a una nueva propuesta a la que no se ha hecho hasta ahora ninguna publicidad, pero parece tener un buen futuro.

La carne es importada; se ha logrado mantener precios bastante inferiores a los que ofrecen los demás establecimientos. El bife chorizo les costará $ 18,99 y si prefieren el prestigioso Angus, $ 25,99. Puede llegar con acompañamiento de risotto a los cuatro quesos o con espinacas, papas salteadas, salsa de champiñones, entre otras. La carta ofrece también una entraña jugosa (la parte del diafragma pegada a las costillas), costillas de cordero patagónico. La carne que me sirvieron era sabrosa, de un tamaño suficiente para mi apetito. El chef respetó mi pedido de cocción 1/4. Fue un bife chorizo acompañado de papas salteadas con pimiento morrón, cebolla y un toquecito de orégano.

Creo que El Establo es básicamente un lugar adonde uno va a comer una buena carne. Desde luego, tiene entradas diversas: mollejita a la parrilla, tablita de chorizo, morcilla, jamón serrano y aceitunas. Me gustaron los rollitos de salmón rellenos con queso philadelphia y su salsa. No me convencieron en cambio los pulpos que la carta me presentaba como increíbles, pero resultaron muy duros bajo el diente.

La materia prima debe ser seleccionada con mayor cuidado. Buenas ensaladas, posibilidad de escoger pechugas de pollo rellenas con jamón y queso azul o cocidas en una reducción de balsámico. Para los aficionados al pescado: salmón o corvina a la parrilla, langostinos con salsa chimichurri. No probé las pastas. El postre de chocolate negro y blanco me pareció demasiado grande, consistente (llena mucho), empalagoso, pero existen otras opciones.

El Establo es un establecimiento nuevo: hay que darle tiempo para que encuentre su justo equilibrio, su fórmula definitiva. Capitaneado por un empresario que conoce muy bien su oficio, pienso que el sitio tiene todos los elementos necesarios para alcanzar un gran éxito.

epicuro44@gmail.com

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