¿Cava o Chandon?, en los compromisos sociales

Por Epicuro
29 de Enero de 2012

“El mejor champán tiene burbujas muy pequeñas que suben en su copa a un ritmo apretado durante mucho tiempo”.

Muchos lectores me preguntan qué clase de champán pueden servir en matrimonios o eventos especiales. Obviamente si optan por un francés (es el único que tiene derecho a la apelación) su planilla resultará muy elevada. La época en que se servía Dom Perignon, Cristal de Roederer o Krug ya caducó.

Muy pocas personas pueden comprar botellas que pasan alegremente la barrera de los $ 300  o $ 400. Más  moderadas en su precio existen ciertas botellas de  Laurent Perrier, Moet et Chandon o Viuda Cliquot. Dom Perignon no es, como le creen muchos, el mejor  del mundo (existen además muchas falsificaciones si lo compran en la calle). Armand de Brignac y otros lo superan y el libro del champán que tengo en mis manos (Le livre du champagne) o la revista Fine Champagne proponen marcas, equivalentes en calidad a precios mucho más razonables.

Epicuro suele aconsejar aquí la compra de productos sudamericanos o europeos más alcanzables. Francia hace espumantes utilizando varios tipos de cepas. Recomiendo el Marquis de la Tour en la versión brut con aroma de melón o rosado con toque de cereza (aproximadamente $ 20), el Chandon brut o rosado. El Asti de Italia canta rico sobre un postre o como aperitivo. El amoscatado de Schroeder viene de Patagonia y desarrolla sorprendentes aromas de vainilla, toronja, piña ($ 20).

La doble fermentación (método del champán) significa que la primera se hace en cuba cerrada y la segunda en botella. Si se utiliza este procedimiento, en realidad se obtiene champán pero no se le puede dar la apelación si no viene de la región de Francia que lleva este nombre.

Si no se practica la doble fermentación, estamos frente a un vino espumante. Incluso existen vinos gasificados cuando se inyecta el gas directamente en el vino como se hace con las bebidas gaseosas. Se nota enseguida porque las burbujas son más grandes, suben a un ritmo diferente.

Muchos espumantes argentinos o chilenos no tienen nada que envidiar a los elaborados en países europeos incluyendo Francia, California, Australia, Italia, Alemania (Henkell), Nueva Zelandia, África del Sur. El brut de Trapiche ($ 18,74) fue elegido en Europa como uno de los diez mejores del mundo. Pero a partir de Tarapacá ($ 11,33) hasta Navarro Correas ($ 25,90) encontrarán una gama extensa para elegir: Valdivieso, Concha y Toro, Santa Julia, Luigi Bosca, Mumm, Norton, Finca Las Moras, Lagarde, entre otros.

Baron B es para mi gusto el mejor de Argentina. De Chile me quedo con el rosado Santa Digna de Miguel Torres. Recuerden que el mejor champán tiene burbujas muy pequeñas que suben en su copa a un ritmo apretado durante mucho tiempo.

El cava merece una mención especial. Cuando Epicuro estuvo en San Sadurni de Noya en Cataluña probó en las mismas bodegas unos espumantes espectaculares elaborados con el método de la champaña. Pueden optar por Freixenet, Codorniú, Segura Viudas, Torello.

Y si su presupuesto anda por el suelo existen botellas  con burbujas a partir de cinco dólares. Lo importante es que ustedes compartan lo que buenamente puedan alcanzar. Al fin y al cabo, lo más importante es la gente con quien uno bebe y por qué motivo. Se puede ser infeliz con un Roll Royce y feliz con un Spark.

Por el precio de una botella de Dom Perignon Epicuro bebe  veinte botellas de Marquis de la Tour, Chandon o Trapiche. Respeto el gusto de cada cual. Si consiguen una botella de Armand de Brignac ($ 450), por favor, invítenme, Epicuro no se da estos lujos.

epicuro44@gmail.com

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