Todavía bajo el magnetismo de una larga charla con el director español David Trueba después de ver su magnífica Vivir es fácil con los ojos cerrados en el Festival de Cine La Orquídea de Cuenca, sus palabras se ligan mágicamente con las obras del pintor guayaquileño Roberto Noboa. Su enorme exposición en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito irrumpe esta semana en el escenario cultural quiteño con la fuerza de estos “reflejos” que él titula 12:21, alusión al tema central en toda creación artística: la forma como la vida y la sensibilidad de cada autor se integran en sus creaciones de las más diversas maneras.

En la nota de Diana León sobre la exposición, Noboa tiene los ojos bien abiertos a una realidad difusa y ambigua, siempre palpable en la belleza de sus composiciones.

Por eso, el título del filme de Trueba es una ironía tomada de John Lennon, porque el mensaje verdadero es que... Vivir es difícil con los ojos abiertos.