Roberto se toma Quito

23 de Noviembre de 2014
  • No puedes descansar ahora… los monstruos están muy cerca II (2014). Acrílico, cinta y tela sobre lienzo.
  • Cancha, alfombras y castillos olvidados (aurora boreal) (2010). Óleo sobre lienzo.
  • Autorretrato con mesa de ping pong (2013). Acrílico sobre lienzo.
  • Roberto Noboa.
  • Hombre atacado por brochazos (1998). Óleo sobre lienzo.
  • Descomposición (1995). Óleo y collage sobre lienzo.
  • Miedo (1999). Óleo sobre lienzo.
  • Ellos estaban ahí, pero se habían escondido. Óleo sobre lienzo.
Diana León Álvarez | Fotos: Ricardo Bohórquez

Hasta el 18 de enero, el Centro de Arte Contemporáneo de Quito acogerá 260 obras del artista Roberto Noboa en la exposición 12:21.

Todos los días, a las 07:00, Roberto Noboa entra a su estudio a crear. El artista guayaquileño encontró en esta disciplina la fórmula para dejar que su trabajo, simplemente, fluya, lo que ha permitido que cada una de sus piezas sea producto de una evolución natural.

Este proceso artístico, de más de dos décadas, podrá apreciarse en toda su magnitud desde el próximo 29 de noviembre en el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Quito, el cual acogerá 260 de sus obras en la muestra titulada 12:21.

“Parte de la obra de Roberto tiene que ver con el tiempo o con un momento que ya no es”, explica Pily Estrada, curadora de la exposición. “Las 12:21 es un juego absurdo en el tiempo, pero al mismo tiempo es un reflejo, algo que está mirándose a sí mismo, siempre”, comenta.

La llegada del trabajo de Noboa a la capital se produce tras haber resultado ganadores en la convocatoria hecha por el CAC. Se presentaron 50 proyectos y el suyo fue uno de los cinco elegidos.

Días atrás, piezas de la producción más reciente de Noboa también se exhibieron en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), bajo la muestra No puedes descansar ahora, los monstruos están muy cerca.

La exposición del Centro de Arte Contemporáneo se ha diseñado en tres pabellones, unidos entre sí por dos patios interiores, en los que el artista realizará, además, dos instalaciones.

Según Estrada, cada una de estas secciones no se limitará a mostrar un momento histórico del trabajo del artista. También, a través de la museografía, reflejará su proceso de trabajo y de producción.

“Lo que quiero que se observe en estas tres salas es que su trabajo siempre ha sido el mismo: una mirada crítica sobre una sociedad que tiene privilegios y lujos que no todos alcanzan, pero hacia la que él está observando con criticidad, enfatizando las partes negativas de una sociedad de poder”, detalla.

El primer salón se ha denominado Cancha sin red y descubrirá a los visitantes los elementos formales del trabajo del artista. “Es contar el recorrido desde los años noventa hasta llegar al presente y cómo el artista descubre esta cancha de tenis, que luego se convierte en una cancha de golf (escenarios icónicos en su obras), pero que no es un hallazgo producto del azar”, explica Estrada.

A continuación se abrirá el pabellón Mal lugar para esconderse, que mostrará piezas de Noboa hechas en los noventa, llenas de una gran carga expresiva y contenidos mucho más fuertes: aves, ratas, burros, niños violentos. Un trabajo más visceral, de acuerdo con Estrada.

La última área por visitar se denomina Ceremonia de premiación. Tras las canchas de tenis, el artista alcanzó otros escenarios: espacios interiores lujosos, mansiones y casas que evidencian opulencia.

En esta zona, explica su curadora, se han tomado influencias del British Museum y del Louvre para la disposición de las piezas.

“Se ha montado esta obra de gran formato, una al lado de las otras, para que el espectador sienta el lujo al estar allí”, dice.

Para la elaboración de sus obras, Noboa se ha valido de múltiples técnicas: óleo sobre lienzo, acrílico sobre lienzo, carboncillo sobre papel, tinta china y collage. “En los años noventa llegué también a experimentar con varios tipos de pinturas, mezcla de barnices”, recuerda el artista.

El tiempo ha marcado el rumbo de su obra. Incluso si se tratara de abordar nuevamente un mismo tema, el artista reconoce que la manera de plasmarlo en el lienzo es diferente. “Siempre hay algo autobiográfico en todo lo que he hecho, pero todo se ha ido transformando”, explica. “Mi obra inicial intentaba sorprender al público, impresionarlos, provocarles un shock, pero mi trabajo actual permite múltiples lecturas y exige mucho más del espectador”.

Si tuviera que definirlo, su trabajo actual son escenarios que han sido abandonados por sus protagonistas. “Se observan muebles, condecoraciones, trofeos, que abordan el éxito humano, pero a pesar de la gloria, también está el tema del tiempo. Son espacios abandonados donde se siente una especie de carga espiritual, en los que estuvieron personas en algún momento y ya no están, pero su espacio no lo ha podido tomar nadie. Y son invadidas por animales o por la naturaleza, en forma de ramas de árboles tomando los espacios que alguna vez fueron del hombre”.

Roberto estudió entre 1989 y 1993 en Clark University, se graduó como Bachelor of Fine Arts. Después ingresó a la Universidad de Nueva York (1996-1998), donde obtuvo el título Master of Fine Arts. (MFA).

Me parecía muy importante que se hiciera visible la totalidad del trabajo de Roberto, porque tiene una fuerza increíble, sobre todo si uno la entiende desde el principio”, Pily Estrada

 

Más información: La exposición se inaugurará el sábado 29 de noviembre, a las 12:21, en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito. Se podrá visitar de martes a domingo, en horario de 09:00 a 17:30, hasta el 18 de enero. La entrada es gratuita.

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