Esta es más que nada una edición de viajes históricos, tanto el de nuestra portada con Denis Dau como el de la columnista Paula Tagle en el Adriático por unas rutas milenarias. Pero este editor-cinéfilo no podía abandonar en su memoria lo que significó la experiencia de descubrir a la inolvidable Jeanne Moreau (1928-2017) como un joven guayaco que recibía el cine francés en el viejo teatro Apolo y donde el letrero de “prohibida a menores de 18 años” no se bajaba casi nunca. “La actriz más grande de todas las que he conocido”, decía Orson Welles. Ella se salía de todos los estereotipos preconcebidos y sus personajes traían una sensualidad natural desprovista de manipulaciones. “Jeanne fue una leyenda del séptimo arte”, proclamó el presidente de Francia. “Mi vida es seguir para arriba hasta cuando uno se incendia”, decía la actriz. (O)