Marcelo y Marcelo Marchán

04 de Noviembre de 2012

Lucero Llanos O., periodista que trabaja en la oficina de Marcelo Marchán, lo entrevistó al mismo estilo que él lo hacía. ¿Qué pasaría si Marcelo Marchán pasara por un cuestionario como los suyos? ¿Qué respondería este genio del humor? ¿Respondería Marcelo o Tomás del Pelo? Estas preguntas llegaron a su correo, el pasado 30 de agosto, a manera de regalo de cumpleaños. Se tomó menos de una hora en responderlas. Horas más tarde lo recibió diagramado, al estilo de La Revista. Hoy compartimos con ustedes sus respuestas. Al amigo, al maestro… ¡Siempre te recordaremos!

Originalmente, periodista del Paratodos, arquitecto de los Geniogramas bajo el anagrama Ramón H. Macarcel, columnista de humor político, entrevistador de La Revista… ¿Qué faceta ha disfrutado más?

Todas las he disfrutado y detestado. Cada una de ellas me ha hecho feliz e infeliz.

¿Por quién se dejaría tomar el pelo, Tomás, y por quién no?

Por todos, sin distinción. Por mi peluquero, por los pelucones y por cualquiera a quien, de espaldas, le asome el rabo de la vulgaridad.

La hemeroteca también me contó que durante algunos años organizó concursos de nombres raros. ¿Cuál ha sido el más estrambótico con el que se ha topado?

Varios. Perfecto Circuncisión, Obras Públicas, Januvomaltón, Ben Hur y el ganador del primer vicecampeonato: Olvido Romántico, quien, desesperado, les pidió a sus familiares y amigos que lo llamaran sencillamente ‘Olvi’. Una hermana de él se llama Nostalgia Infinita. Tengo pruebas (sus cédulas de ciudadanía).

¿Y el más estrambótico personaje con nombre?

Tomás Del Pelo. Parafraseando a Neruda, ¿hay algo más estúpido que llamarse Tomás Del Pelo?

Como periodista y editor, ¿hay algo peor que la hora de cierre en un diario?

Por supuesto. La hora en que a uno le cierren el ataúd.

Allá en los años 80 escribió en una de sus columnas: “¡Sé listo! Si al mediodía tu jefe te dice que es de noche, asómate a la ventana a contemplar las estrellas”. ¿Prefiere que lo acompañen a ver estrellas o que le canten como a Prudence: The sun is up, the sky is blue…?

Respecto de los jefes, creo que muchos subalternos cambian de opinión cada vez que cambian de jefe. Y en cuanto a que the sky is blue, yo digo: The sky is Barcelona yellow.

Hablando de Los Beatles, ¿qué piensa hacer ahora when you’re 64?

Meterme en un Yellow submarine para soñar con el tema de Sinatra: When I was seventeen.

¿Cuál cree que es la peor manera en la que un juez pueda perder el juicio?

Fácil. Haciéndole caso a Correa.

Para un barcelonista, ¿es un mal partido enamorarse de una emelecista?

No, siempre y cuando uno la golee todas las noches.

Si le dieran a escoger entre vivir en una casa amarilla con Eduardo Maruri o en una casa azul con Correa, ¿cuál preferiría?

Vivir en la casa de la V.

¿Hay vida inteligente más allá de El Universo?

No lo sé, a lo mejor sí. Pero ocurre que yo habito en esta galaxia.

¿Qué quiere que escriban en su epitafio?

¡Qué risa... todos me lloran!

¿Cuál será su alegato en el Día del Juicio Final?

Buenos días, buenas tardes o buenas noches... Aquí estoy con recuerdos que son puñal.

¿Qué piensa hacer después de muerto?

Volar por el aire (porque he dispuesto que me cremen), pero pensándolo bien preferiría que me coman los gusanos a que me respiren un millón de hijueputas.

Hágase una pregunta y contéstela.

¿Por qué lloro a menudo?... No por cuestión de mujercitas, pues solo lloran los valientes, como, por ejemplo, los héroes de Homero.

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