Romería náutica San Martín Bendito

20 de Noviembre de 2011
  • En La Tola y a bordo del Sarita, centenares de fieles de regiones aledañas a la reserva Cayapas-Mataje, se agolparon para agradecer a su santo por todas las bendiciones.
  • En Limones decenas de devotos de San Martín de Porres, cargaron al Santo en manera de agradecimiento por todos los favores y protección.
  • Mataje: cuatro risas inocentes, llenas de felicidad, viviendo en el límite territorial.
  • Limones: cánticos y alabanzas en el recorrido terrestre por el pueblo, momentos antes de abandonarlo y empezar la travesía náutica.
  • Decenas de lanchas en Limones son las que esperan a la barca mayor para junto con ella, emprender viaje a Cachimalero.
  • Junto a la delegación católica, San Martín llega a puerto en Cachimalero, para ser cargado nuevamente por sus fieles por las arenas de esta bella isla.
  • Últimos detalles de lo que será la misa de acción de gracias por todos los favores de San Martín Bendito, en Cachimalero.
  • El fotógrafo Leonardo Ampuero junto con niñas esmeraldeñas.
Textos y fotos: Leonardo Ampuero / www.facebook.com/leonardoampuerophotography

La alegría esmeraldeña se mezcla con la fe religiosa en los festejos por San Martín de Porres.

Sin lugar a dudas al mencionar Cachimalero, Limones, Las Peñas, Mataje, en un itinerario de viajes, es motivo suficiente para buscar el primer mapa que encontremos y ubicarlos en los puntos cardinales.

Situándonos en la Provincia de Esmeraldas, al extremo norte de este bello verde territorio, rozando el aroma a tintico y arepas, se encuentran comunidades afros con un inmenso folclore y costumbres autóctonas de la zona, que encantan y enamoran a quien por vez primera las visita.

Son las fiestas del Patrón Universal de la Paz, San Martín de Porres, el santo negro que una vez al año, cuando noviembre aún es joven, aglutina a sus fieles que le rinden tributo al más estilo único de su descendencia aborigen.

Envuelto entre cánticos difíciles de descifrar o por sus indumentarias poco convencionales a nuestros ojos occidentales, uno piensa por momentos que cambiaron de continente, pero de repente da cuenta que era solo un dejá vu y se está con ellos en sus rezos y alabanzas.

Es un gusto poder compartir una mirada personal de este pedacito de nuestra tierra, que nos sigue enamorando y encantando en cada descubrimiento folclórico-popular.

Fotos por: Leonardo Ampuero Photography

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