Tarde a la fiesta: Los 50 de Ecuavisa

Por Mr. Smith
26 de Marzo de 2017

“Tal vez debieron utilizar esos cinco días en donde  hablaron de su pasado noticiario para darnos al menos algo más representativo de su programación general”.

Los 50 años de Ecuavisa, tal y como lo recuerda el abuelito con alzhéimer que ya se olvidó lo que desayunó ayer: ese que repite las historias y te cuenta dos veces consecutivas la misma escena de la mujer desnuda encima del caballo. Supongo que yo esperaba algo muy distinto. Por un lado imaginaba una exposición cronológica de series importantes de Ecuavisa desde sus comienzos, y por otro una demostración de escenas de programas relevantes, momentos conmovedores o emocionantes que me perdí o porque no estaba vivo cuando salieron o porque no estaba atento.

Al fin del día quería ver la mezcla de un documental informativo y la mamá de los supertrailers. Lo que obtuve sí fue una mezcla, pero de esas que pierden la coherencia. Como que un payaso y un piano caigan en una licuadora gigante.

Pasaban de programas de nuestro segundo milenio a programas de los años sesenta, a programas noventeros y después retrocedían a los setenta y de vuelta al segundo milenio.

Es como si a alguien se le desorganizaron las carpetas en la edición y le dijeron “ya mándalo nomás”. Además, en muchos momentos faltaban los generadores de caracteres para saber quién estaba hablando.

El legendario Alfonso nos introduce con un nada apasionado recuento de primeros años, nos habla de drama, talento nacional, comedia y hasta de cocina, dejándonos ya clarísimo de que el programa no estuvo organizado según géneros.

Y cuando pido pasión, no le pido algo al señor Espinosa que él no pueda hacer, basta recordar su ánimo y sonrisa en uno de sus especiales de esa misma semana cuando habló con Eloy Terranova y Toty Rodríguez (buen humor no limitado al tema del beso).

Hubo algo de los puntos de vista de los directivos, pero creo que se pensó muy poco en el del televidente. Faltaron más pequeños momentos como el que mostraron de El Cholito o Mis adorables entenados, en los que, por unos lapsos, dejan que el programa hable por sí mismo, y después escuchamos a la gente relacionada contándonos de su producción. Esos momentos que te enseñan por qué este canal ha sido líder en producción nacional en vez de simplemente decírtelo.

Y bueno, me imagino lo que algunos estarán pensando. Yo llegué tarde a la fiesta, de comienzo dejé en claro que no he estado presente para mucho de su programación. Pero eso es precisamente por qué este especial me falló tan rotundamente. ¿Donde estuvieron sus programas educativos, que me dicen que sí hubo? ¿Donde estuvieron todas las demás novelas brasileñas? ¿O todos esos actores de nombre que no entrevistaron?

Hay tantos programas icónicos de Ecuavisa de los que he escuchado con más entusiasmo que muchos de los que comentaron. Tal vez quedaron sepultados bajo la cantidad de tiempo que le dedicaron a Xuxa y a Paquita, o el largo y sentido intro de La Trinity. Tal vez debieron utilizar esos cinco días en donde hablaron de su pasado noticiario para darnos al menos algo más representativo de su programación general.

¿Cómo fueron esos 50 años de Ecuavisa? Creo que no soy el único televidente joven que se quedó con esa pregunta en su mente, y que hubo algunos no tan jóvenes con nostalgia por responder. Es una pena. (O)

ojosecosec@gmail.com

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