Largos y predecibles: Premios Óscar 2018

Por Harpo
18 de Marzo de 2018

“El monólogo de apertura de Jimmy Kimmel fue poco inspirado, con una que otra broma aceptable, pero nada más..., algún comentario más directo hubiera sido posible sin dejar de lado el humor”.

Jimmy Kimmel fue nuevamente el encargado de la presentación de la gala.

El domingo 4 de marzo se realizó la entrega número 90 de los Premios Óscar en una larga, predecible y poco entretenida ceremonia presentada por segundo año consecutivo por Jimmy Kimmel. Algunos ilusos pudimos haber pensado que al ser la ceremonia nonagésima se podría haber preparado algo especial, pero más allá de un genérico montaje con los actores y actrices galardonados en años pasados antes de la premiación de este año, no hubo nada que nos introdujera en los 90 años de historia de estos premios.

Pero empecemos como se debe, por el principio. El monólogo de apertura de Jimmy Kimmel fue poco inspirado, con una que otra broma aceptable, pero nada más. Su casi nula mención al movimiento #Time’sUp lo hizo sentir un poco desconectado de la realidad que vive Hollywood en estos días. Si bien no era necesario que hiciera toda una demostración de activismo, algún comentario más directo hubiera sido posible sin dejar de lado el humor.

Seth Meyers lo hizo en la entrega de los Globos de Oro, y bastante bien. Pero cuando supimos que realmente esta ceremonia sería interminable, fue cuando Kimmel anunció que la banda no tocaría durante los discursos muy largos, sino que él estaría controlando el tiempo con un cronómetro y quien diera el discurso más corto se llevaría a casa un jet ski, premio que fue presentado al mejor estilo de los programas concurso como El Precio Justo, con modelo incluida, que en esta ocasión fue Helen Mirren.

Los premios como tales incluyeron pocas o ninguna sorpresa, sobre todo en las categorías principales. Ganaron quienes se esperaba que ganaran, los que han dominado y repetido galardones durante toda esta temporada de premios: Sam Rockwell, Allison Janney, Gary Oldman, Frances McDormand, Guillermo del Toro, La forma del agua. México sin duda fue uno de los grandes ganadores, ya que aparte del Óscar para Del Toro, Coco, película animada basada en la tradición mexicana del Día de los Muertos, también fue premiada como mejor largometraje de animación y mejor canción original, la cual estuvo –en la apertura– lamentablemente interpretada por Gael García Bernal; afortunadamente, luego salieron al escenario Natalia Lafourcade y el cantante estadounidense Miguel para remediar el asunto. Ellos interpretaron Remember Me, la versión bilingüe original.

Los mejores momentos de la noche estuvieron a cargo de Maya Rudolph y Tiffany Haddish con su hilarante diálogo al presentar los premios a mejor documental corto y mejor cortometraje. Sus líneas agudas, ágiles y punzantes tuvieron todo lo que le faltó a Kimmel.

En cuanto a los discursos, sin duda el más enérgico fue el de Frances McDormand, quien invitó a todas las mujeres a ponerse de pie e instó a Hollywood a contar más historias protagonizadas por ellas. También fue un momento especial el Óscar a la mejor película extranjera que fue para Chile con su filme Una mujer fantástica.

En general, estos premios Óscar, como espectáculo, dejaron mucho que desear para aquellos que los seguimos fielmente año a año. Cómo se extraña a Billy Crystal o momentos icónicos como el selfie de Ellen DeGeneres. Ojalá para el próximo año, la academia logre dar un mejor espectáculo. (O)

ojosecosec@gmail.com

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