Cantidad, No calidad: ‘El Agua’ en la Bienal Noboa

Por La Menina
06 de Mayo de 2018

“A pesar de que la calidad de las obras seleccionadas para la muestra ha sido tradicionalmente baja, el jurado de selección parece siempre ser acertado”.

Physis del artista ecuatoriano Andrés Velásquez Dután.

La VI Bienal Internacional de Pintura de Guayaquil Álvaro Noboa Pontón se inauguró el 26 de abril en el Museo Luis A. Noboa Naranjo, en esta ocasión con la temática ‘El Agua’. Más de 80 artistas visuales de Asia, Europa y América exponen su obra en esta exhibición. Los premios adquisición son de $10.000 para el primer premio y $ 3.000 para el segundo premio y representan un gran incentivo.

Como visitante frecuente de iniciativas como los salones de la ciudad y las bienales internacionales, la Bienal Álvaro Noboa Pontón nunca ha logrado cautivar mi atención. A pesar de ser de carácter internacional no ofrece lo mejor del exterior, sino pareciera que opta por cantidad y no calidad.

Artistas de Francia, Chile, Italia, Honduras, Panamá, Grecia, Alemania, Colombia, Cuba, India, entre otros, presentaron una idea global sobre el agua, sin embargo, en un ámbito local, los salones que organiza el Museo Municipal de Guayaquil de artistas guayaquileños muestran una calidad más alta en la selección de sus obras.

A pesar de que la calidad de las obras seleccionadas para la muestra ha sido tradicionalmente baja, el jurado de selección parece siempre ser acertado.

El artista panameño Arístides Ureña fue uno de los miembros del jurado de Admisión y Premiación de la muestra, sin embargo, el personal del Museo de forma poco profesional no tuvo la disposición de confirmar, ni de manera verbal, curadores o jueces de la muestra. La información, según el Museo: “estará en el catálogo”. La curaduría de la muestra fue totalmente desorganizada y sin un sentido claro.

Fue sorpresivo, y bien merecido, que el estilo geométrico y contemporáneo de Andrés Velásquez Dután encuentre el triunfo en esta bienal con Physis.

El primer premio es una obra cuya atención al detalle atrae al público a explorar el escenario arquitectónico creado, incentiva también a cuestionarse el concepto detrás de ese mundo. El segundo premio de la bienal fue otorgado a Espectador Latinoamericano Mirando el Nacimiento de la Vida del panameño Octavio Arosemena Alvarado, una pintura abstracta que explora el simbolismo.

Entre las menciones de honor estuvo Bajo el Agua de Wilman Rodríguez Bonilla (Ecuador) y Ósmosis de Elsy Acosta (Panamá).

Las obras seleccionadas claramente son superiores que el resto: la mayoría se orientan hacia el modernismo, presentan técnica pobre y en varios una falta de originalidad de concepto; desnudos femeninos junto al agua, paisajes submarinos, escenas apocalípticas para “crear conciencia” sobre el uso del agua. Fue triste notar que varios artistas contemporáneos de la ciudad estuvieran ausentes en esta bienal.

Las obras seleccionadas tratan sobre temas saturados en torno al líquido vital; como público deberíamos ser más exigentes, comunicar nuestra percepción a las instituciones y así lograr que labores como las que hace la Bienal Álvaro Noboa Pontón en servicio a los artistas y la cultura global sea de mayor prestigio en el futuro. Por ejemplo, un grave problema del Museo Luis A. Noboa Naranjo es permitir errores muy graves en la exposición: aparte del inconveniente informativo antes mencionado, al menos cinco obras no contaban con su respectiva catalogación de información, una falla que para el artista es imperdonable ya que no se acredita su trabajo.

También, quedará a la duda por qué solo ciertas obras presentaban un “Marco Conceptual de la Obra”. Como público hay que ser exigente, como críticos aún más. (O)

ojosecosec@gmail.com

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