Una herencia ineludible
El estudio de los clásicos de la antigüedad ha sido tradicionalmente visto como algo ajeno a las necesidades del presente, o asociado con elitismo político, y hasta denostado como expresión de la cultura dominante. Ciertamente que el conocimiento de los clásicos fue por mucho tiempo un puente seguro para ingresar a los círculos del poder. Los clásicos formaban parte de un acervo cultural que simplemente se lo daba por entendido. Esto era tan visible en los revolucionarios americanos y franceses, como entre los aristócratas ingleses y europeos, en general.
Uno los puede encontrar leyendo los escritos de Jefferson, las cartas de Bolívar, las invectivas de nuestro Montalvo, así como en las observaciones de Bonaparte. Quienes profesaban una vocación pública o pretendían ganar el reconocimiento social generalmente estaban familiarizados con la literatura, filosofía y, en general, con la historia de los griegos y romanos.
En su libro La herencia de los clásicos (editorial Crítica, Barcelona, 2013), la escritora británica Mary Beard se propone llevar al lector a un viaje que va desde el templo de Knossos en Creta hasta el imaginado poblado de Ásterix en las Galias. Es un viaje en el que nos encontramos con personajes tales como Cicerón, Tucidides, Alejandro Magno y Platón.
Pero es también un libro que nos lleva a conocer la vida diaria de los habitantes de esa época, sus costumbres y sus problemas. La autora nos hace ver, por un lado, la enorme riqueza cultural de los clásicos, y, por el otro, que las situaciones a las que se enfrentaban entonces no son tan diferentes de aquellas que nos toca enfrentar hoy. El mundo clásico con el que el lector queda luego de leer la obra es un mundo muy similar al nuestro.
Por ejemplo, la lucha de Cicerón para salvar la República y el estado de derecho frente al avance de la dictadura no resulta nada ajena para los tiempos actuales.
Para Beard, “la gente manifiesta una gran aprensión ante los clásicos, un miedo injustificado de que son extraños y difíciles, pero en realidad (la gente de hoy) sabe mucho más de ellos de lo que cree”.
Mary Beard es no solo una gran académica de los clásicos, con muchos de sus libros traducidos al español. Ella es además un personaje muy polémico en Inglaterra a través de su columna semanal en el Times. Beard vive a las afueras de la ciudad de Cambridge.