Más letras
Si en el Ecuador un escritor no quiere permanecer inédito, debe juntar su propio dinero y buscar la forma de autopublicarse. Gran parte de los libros de autores nacionales emerge de esa manera, pues una de las falencias del país es la falta de editoriales que se encarguen de la publicación, distribución y difusión de las obras.
La buena noticia es que en medio de este panorama un tanto árido han comenzado a gestarse nuevas iniciativas. Entusiasma saber que la onda de las editoriales cartoneras ha prendido en Guayaquil, por iniciativa de jóvenes universitarios. La Casa Morada anuncia el nacimiento de su sello editorial, al que ha nombrado Cadáver exquisito. Se bautizará con un libro de la escritora ecuatoriana Gabriela Alemán.
También ha tomado cuerpo Ediciones VN, un sello dedicado a la literatura infantil, un terreno particularmente fértil. Son pequeñas, pero grandes iniciativas, emprendimientos que hacen que el optimismo se imponga en una ciudad como Guayaquil, que siendo la más poblada del país, y con un potencial número de lectores, ha carecido históricamente de sellos editoriales. O por lo menos de editoriales que se sostengan a través del tiempo. Ha habido varias iniciativas, que tras un breve tiempo de permanencia han sucumbido. Y siempre, en este campo, se vuelve al principio. A cero. A recomenzar.
Es que editar libros no solo comprende la publicación, sino también la distribución y llegada de las obras a manos de los lectores, y, al parecer, allí está el mayor escollo aún sin resolver. Ni proyectos de publicaciones más sostenidos como el del Municipio de Guayaquil han logrado superar aún este inconveniente.
El 2012, por tanto, se presenta como un año de retos. Uno de ellos es hacer que los proyectos que nacen, que se generan por voluntad de gente entusiasta y comprometida con la creación y la literatura, se vuelvan sólidos. Tengan larga vida. Habría que pensar en mecanismos de apoyo y difusión. Y ojalá sigan emergiendo proyectos como los tres citados. La literatura ecuatoriana bien se lo merece.