La cultura visual

Por Clara Medina
06 de Agosto de 2017

¿Quién no tiene cuentas en Facebook, Instagram y demás redes sociales? ¿Quién no publica fotos? ¿Quién ha escapado de la tentación de hacerse una selfi? Vivimos, como diría Guy Debord, en la “sociedad del espectáculo”, en un mundo contemporáneo dominado por la imagen. En los ensayos Una introducción a la cultura visual, de Nicholas Mirzoeff, y Un arte medio. Ensayo sobre los usos sociales de la fotografía, de Pierre Bourdieu, se habla, precisamente, de aquello. Ambos autores resaltan la centralidad de la imagen en la contemporaneidad y cómo esta se ha convertido en eje de muchas prácticas sociales.

Mirzoeff en su texto trae a colación la frase de santo Tomás de Aquino, quien en la Edad Media decía: “Ver para creer”, una frase que tiene profunda actualidad. Hoy todo pasa por la imagen, por lo que se ve, por lo que se mira. Pero Mirzoeff señala que no se trata solo de ver, sino también de interpretar, porque así como se puede leer un texto, del mismo modo se pueden leer las imágenes, pues estas tienen un código, un lenguaje. Una convención. El autor habla de cultura visual.

Y aunque lo visual no es nuevo, puesto que ha convivido desde tiempos remotos con la humanidad, la cultura visual sí lo es, ya que esta se centra, según Mirzoeff, “en lo visual como un lugar en el que se crean y discuten significados”. La cultura visual puede entenderse también, según este autor, como “la crisis de información y la sobrecarga visual en lo cotidiano”. Anota el ensayista que, “al igual que el siglo XIX quedó representado a través de la prensa y la novela, la cultura fragmentada que denominamos posmoderna se entiende e imagina mejor a través de lo visual”.

Bourdieu en su ensayo se acerca también a la fotografía y trata de definirla. Lo primero que desmonta es ese concepto erróneo que se tiene de que la fotografía es una representación de la realidad, una pretensión que comparten la fotografía y el periodismo. Aunque el objeto o sujeto que muestra una fotografía es real, hay en ella un punto de vista, un enfoque, un encuadre, un lugar desde el que se mira; es decir, una mediación. Por lo tanto, una fotografía no es la realidad, sino un punto de vista de una realidad, una construcción social.

Y como es una construcción social, la fotografía muestra lo que quiere mostrar. Las personas ante una cámara posan, ejercen una representación, aunque traten de lucir lo más naturales posibles. Hay en una fotografía una cierta teatralidad y, por ello, podría decirse que también un espectáculo. Si bien antes fotografiarse era un ritual y en la actualidad, gracias a aparatos móviles que ofrecen la posibilidad de autofotografiarse, la fotografía es algo más laxo, de igual modo no pierde el rango de una representación, de una teatralidad.

La cultura visual está mediada por las tecnologías, que están construyendo nuevas sensibilidades, puesto que la sociabilidad actual está decididamente regida por la imagen. Así de simple. O así de complejo. Y con su permiso, voy a revisar mi Instagram. (O)

claramedina5@gmail.com / @claramedinar

  Deja tu comentario