La crónica, hoy

20 de Abril de 2014

Veinte trabajos se incluyen en el libro Premio Ciespal de Crónica 2014. El volumen recoge los textos galardonados en el primer concurso de crónica convocado por Ciespal en el Ecuador. Y también los que recibieron mención especial y otros que el jurado recomendó publicar. Es un conjunto de historias escritas por 20 autores, que dan cuenta de la vitalidad de la crónica en el país. El certamen recibió originalmente 103 textos, pero en el libro constan los mejores, a criterio del jurado.

En los últimos años se habla de la especie de boom que vive la crónica en Latinoamérica. Y ante ello la pregunta es: ¿este boom también incluye al Ecuador? Si existe, ¿dónde está? De modo que más que señalar cómo están escritos y qué cuentan los trabajos ganadores y seleccionados (cada lector lo descubrirá cuando tenga entre las manos el volumen) vale reparar en otros detalles, a partir del libro y el concurso de Ciespal.

De las 20 crónicas, solo una ha sido publicada en un diario tradicional (Adiós a los lobos, de Ramiro Diez, que apareció en diario El Telégrafo). La mayoría se ha difundido en revistas (Diners, Soho, Gatopardo, entre otras), o en blogs y plataformas digitales. Por ejemplo, Los limones del huerto de Elisabeth, la ganadora, escrita por Gabriela Alemán, se publicó en la revista digital El puercoespín. Colegimos, por tanto, que la crónica en Ecuador está, básicamente, en revistas (de papel) y en espacios digitales. Escasamente en los diarios tradicionales. Y esa no presencia visible en los diarios podría hacer pensar, quizá, que se la cultiva poco.

Entre los ganadores hay nuevos nombres de la literatura de no ficción, pero, sobre todo, nombres que se mueven entre la literatura de ficción y el periodismo, un matrimonio que ha funcionado bien en el mundo de la cultura latinoamericana y universal. Gabriela Alemán, la ganadora; María Fernanda Ampuero (tercer lugar), Huilo Ruales (mención especial), Juan Fernando Andrade (mención especial), por citar los nombres más conocidos, son continuadores en el siglo XXI de lo que hicieron en el país Medardo Ángel Silva a inicios del siglo XX y otros autores en años posteriores.

“Hace como dos años estuve haciendo una investigación sobre la década del treinta y miré los suplementos literarios de la época y era enorme la cantidad y calidad de las crónicas que se publicaban –pienso que las crónicas de Gallegos Lara superaban a sus textos de ficción– y después, por una razón u otra, la crónica fue relegada aunque nunca desapareció del todo”, decía Gabriela Alemán en una entrevista con este diario el 30 de marzo.

El libro de Ciespal trae, asimismo, cuatro textos sobre la crónica. Uno es de Fernando Checa Montúfar. Y los restantes, de Alberto Salcedo Ramos, Samuel Blixen y Alicia Ortega, los tres jurados del concurso.

Salcedo afirma que los escritores de ficción no son más importantes que los de no ficción, y cita a Raymond Carver para decir que lo que realmente define a un escritor (al margen de que trabaje con la realidad o con la ficción) es “esa forma especial de contemplar las cosas y saber dar una expresión artística a sus contemplaciones”. Refiere también que siempre se señala el aporte de la literatura al periodismo, pero que pocas veces se habla del aporte del periodismo a la literatura. Por su parte, Blixen habla de la obligación en dos planos que conlleva la escritura: el ético y el estético.

De todos estos conceptos vale imbuirse para, quizá, desde el periodismo intentar siempre nuevas y sólidas miradas.

claramedina5@gmail.com

@claramedinar

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