Barcelona desde la ficción

Por Clara Medina
21 de Abril de 2013

Hay libros que interesan porque sus autores son conocidos para nosotros, los lectores. Otros, en cambio, alcanzan cierta notoriedad por el argumento, que va difundiéndose y hace que decidamos leerlos. En el caso del libro Estaba en el aire, de Sergio Vila-Sanjuán, no es lo uno ni lo otro. De modo que de no haber sido porque me la regalara mi hermano menor, la novela de este escritor español no habría, quizá, llegado a mis manos. Viene con un cintillo naranja, que la acredita como Premio Nadal 2013. Tiene pasta dura y 235 páginas.

Vila-Sanjuán, puede leerse en la solapa, un barcelonés nacido en 1957, tiene experiencia como periodista cultural y es esta su segunda novela. En el 2010 publicó la primera, Una heredera de Barcelona.

Estaba en el aire es la confirmación de su talento narrativo, según señala la crítica. La obra se desarrolla en la Barcelona de la década de los sesenta y no tiene un protagonista, sino varios. No da cuenta de una vida, sino de varias vidas y de la sociedad en su conjunto. De esa sociedad española que poco a poco va saliendo del dolor y de las pérdidas de todo tipo que causó la guerra civil y que se abre paso a la prosperidad, pese a seguir dominada por Franco.

En ese ambiente vive un joven publicista que encuentra la forma de posicionar un producto de su compañía creando un programa de radio que ayuda a encontrar a personas desaparecidas y propiciando el reencuentro familiar; una bella mujer de clase alta a la que la vida no le ha sonreído y cuya existencia transcurre entre amores, desamores y depresiones; un hombre de negocios, que logra acrecentar su fortuna en el régimen franquista; y un joven pobre, que busca a su madre y a su hermano, a quienes perdió cuando él tenía cuatro años.

Estos personajes de disímiles procedencias tienen entre sí alguna vinculación. Sus vidas, de alguna manera, están ligadas. Todos están a la búsqueda de algo y conviven en una Barcelona que si bien se muestra próspera y abierta en ciertos ámbitos, vive diversas formas de represiones y censura, que los personajes de esta novela reciben o propician. La obra se acerca a esos años previos a la llegada de la democracia, el día de día de los ricos y de los pobres. Permite hurgar en sus recuerdos, en sus heridas. O en sus cálculos. Y tal vez reparar en todo aquello que no se dice abiertamente, pero que se intuye. El periodismo y la censura es uno de los temas clave y de fondo.

La novela tiene un epílogo, en el que a manera de documental, se explica qué pasó con cada uno de los personajes que poblaron el libro. El narrador hace un salto temporal y se ubica en el presente, para desde el hoy mirar a esos seres de papel de la década del sesenta, algunos de los cuales, según la trama, alcanzaron a vivir en este nuevo siglo. Vila-Sanjuán, en las páginas finales, explica que muchas de las situaciones que narra en la obra tienen un punto de partida real, y que luego las ha ido enriqueciendo o transformando con su ficción. Y el resultado es una obra amena, que resulta agradable leer.

claramedina5@gmail.com

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