Jamaica en Ecuador

10 de Febrero de 2013
  • Eleodoro Portocarrero Clark en la estación de Durán. En su investigación indica que Alberto Spencer y Julio Jaramillo son descendientes jamaiquinos.
  • Unos 4.000 jamaiquinos llegaron como obreros para trabajar en la construcción de la vía férrea. Foto de tal obra en la vía a Chimbo.
  • Documento de identidad del jamaiquino Richard Elías McGregor, fechado 18 de abril de 1938 por el Consulado británico en Guayaquil.
  • Fanny McGregor, su hija Fanny Brown y bisnieto Adrián Andrade.
Texto y Fotos: Moisés Pinchevsky

No llegaron como esclavos. Vinieron contratados como obreros para levantar la mayor obra de ingeniería de inicios del siglo anterior.

El 13 de febrero de 1900, un telegrama del estadounidense Archer Harman, quien junto con su hermano John estaban a cargo de la construcción del ferrocarril ecuatoriano, le informaba al entonces presidente Eloy Alfaro que 4.000 ciudadanos jamaiquinos habían sido contratados para apoyar en la instalación de la vía férrea, específicamente en el tramo Bucay-Alausí.

“Los jamaiquinos que llegaron eran hombres libres, ¡no eran esclavos!, como a menudo se escucha decir. Ese es un gran error”, indica Eleodoro Portocarrero Clark, abogado de 43 años de edad, bisnieto de Philip Clark, quien llegó como parte de ese grupo de trabajadores que conformó la mayor migración de ciudadanos de ese país caribeño al Ecuador.

La segunda migración importante fue la llegada de unos 30 obreros, en 1911, para trabajar para la petrolera Anglo Ecuadorian Oilfields Limited, en Ancón (Santa Elena), y que junto con los empleados del ferrocarril dejaron en nuestro país apellidos como Spencer, Barker, Crawford, Ford, Sandiford, Atkinson, Payne...

Portocarrero Clark está próximo a publicar el libro Jamaica en el Ecuador, en el cual expone el resultado de una investigación de tres años sobre la presencia de los compatriotas de su antepasado en tierras ecuatorianas, para lo cual cuenta con entrevistas y fuentes bibliográficas, como el libro Ferrocarril en el cielo, de Elizabeth Harman Brainard y Katherine Brainard Robinson, hija y nieta de Archer Harman, respectivamente.

“Jamaica era colonia británica. En 1900, ese país atravesaba una crisis económica y no había trabajo, por ello muchos migraban a países como Panamá, Costa Rica y Ecuador, cuando aparecían ofertas laborales”, explica Portocarrero Clark, quien destaca la fortaleza de los jamaiquinos para laborar en las duras condiciones que se presentaron durante la obra, lo cual provocó que la mitad de esos trabajadores falleciera en explosiones u otro tipo de accidentes en las montañas.

De los 2.000 sobrevivientes, unos 300 se quedaron en nuestro país y se casaron con mujeres ecuatorianas. Uno de ellos fue Richard McGregor, ingeniero jamaiquino encargado de la construcción de los puentes de la vía férrea entre Durán y Huigra, según indica su hija, Fanny McGregor, hoy de 78 años de edad y residente de Durán.

“Mi papá solía regresar a Jamaica a menudo, pero solo de visita y a comprarse ropa, ya que finalmente se quedó en Ecuador y se casó con mi mamá, Rosario Cisneros”, indica Fanny, quien reside en Durán, ciudad “ferroviaria” que acoge a muchos descendientes jamaiquinos.

“Mi papá siempre me decía que debía casarme con un jamaiquino o su hijo. Así lo hice, ya que contraje matrimonio con Carlos Brown”, ya fallecido, con quien procreó cinco hijos.

Ahora, ella anhela conocer la isla caribeña donde nació su papá, para contemplar esa tierra de playas y colinas que acoge sus raíces familiares. “Ese es un sueño que, a mis años, aún espero cumplir”.

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