¡Esas memorias!

Estas páginas amarillentas son las primeras de los suplementos de EL UNIVERSO aparecidas en formato más pequeño... Hay una ‘salsa’ peculiar.

Había algo de folletinesco en el estilo, porque las portadas siempre eran condimentadas con historias sentimentales que tenían una captación para hombres y mujeres por igual, con titulares divertidos e ilustraciones acordes. Nunca faltaban las páginas ‘femeninas’ en las que ya se notaba la semilla de lo que poco a poco fue convirtiéndose en la sección de El Especialista en la actualidad.

Estamos hablando del año 1933 cuando EL UNIVERSO se destacaba por sus coberturas políticas extensas y frontales. Hacía falta esta otra cara de la realidad especialmente en los fines de semana, cuando el esparcimiento se realizaba en las calles, parques o salas de cine y el público lector tenía más tiempo en los hogares. Allí el suplemento dominical (así mismo se llamaba) captó un interés inmediato, reforzando su contenido con más cómics.

Veinte años después, el formato se agrandó al mismo tamaño del diario, que entonces era una sábana comparado con el de los formatos actuales de los diarios. Se reforzó el diseño gráfico, con estrategias como la que vemos arriba: ilustraciones que llenaban la página en formato rectangular. Aquí los temas de Hollywood adquirieron una especial preponderancia, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial. Educando a Papá era la tira cómica más popular. Se daba especial énfasis a secciones que se convirtieron en un eje central de estos suplementos, como El Espejo del Alma, en el que los lectores narraban situaciones íntimas o familiares que se conectaban visceralmente al público y en el que siempre había una respuesta a todo. Si bien los textos eran extensos, esto no afectaba la lectoría, porque el hábito de la lectura diaria era casi masivo.

Cambios

En 1972 se introdujo Paratodos en un formato más revistero que el de los suplementos anteriores, incluyendo enfoques editoriales y temas que antes no se trataban, la política inclusive. El suplemento fue parte de un alza notable en la circulación dominical del periódico, en el que se incluían humoristas de alto calado como Tomás del Pelo (Marcelo Marchán). Si bien en esos tiempos la sátira política se canalizaba en las ediciones diarias, el incisivo humor de Marchán caló muy hondo por la manera en que este gran periodista satirizaba los altibajos de la sociedad ecuatoriana. De la misma manera, en esos años el humor de la Mafalda de Quino llegó a ser una lectura obligada en todos los niveles sociales. Se podría decir que Paratodos fue la base editorial del suplemento dominical de EL UNIVERSO como fórmula esencial para lo que vendría después: La Revista.

La Revista

El 27 de junio de 1999, el éxito de la circulación dominical de EL UNIVERSO impulsó a Carlos Pérez Perasso, su director, a realizar un producto revistero todavía más atractivo y costoso –se incluía papel cuché en las portadas– con la asesoría de periodistas extranjeros y con una visión internacional más fuerte en los enfoques, sin olvidar la regla básica: una publicación que refleje aspectos positivos de la sociedad nacional, con todos los temas que conciernen a la familia ecuatoriana: salud, cultura, tendencias, estilos de vida...

En sus temas centrales, La Revista nunca se regía por una maqueta formal o por estereotipos en sus tratamientos usuales, siempre se buscaban maneras de enganchar a los lectores desde sus portadas –que han tenido reconocimientos internacionales– hasta la selección de temas que anticipan las novedades en el escaparate mundial de la actualidad.

De la misma manera se enfatizó un diseño repleto de colorido y jovialidad, con algunos cambios periódicos en sus logos y secciones, priorizando mucho la interactividad con los lectores, algo que se conectó también a la era digital que es ahora parte esencial de las comunicaciones. Los valores y objetivos iniciales que impulsaron al diario desde siempre siguen adelante. (C.A.Y.) (I)