Buscadores de Dios: Los Reyes Magos AHORA

16 de Diciembre de 2012
  • El papa Benedicto XVI revela reciente información de los Reyes Magos en su libro La infancia de Jesús.
  • La visita de los magos, trabajada en granito (siglo XIV). Está en el Museo de la Catedral de Santiago de Compostela.
  • Adoración de los Magos (1504-1505), por el reconocido artista alemán Alberto Durero.
  • La estrella de Belén (1890), de Edward Burne-Jones. Pertenece al Museo de Birmingham.
  • La adoración de los Reyes Magos (1925), por el brasileño Vicente do Rego Monteiro (1899-1970).

Cuatro visiones religiosas cuentan su punto de vista de la historia de los Reyes Magos, hombres de los cuales se ha hablado mucho durante miles de años. Conozca un poco más sobre ellos y el significado de su participación en la historia de la humanidad.

En días pasados, medios de comunicación publicaban nuevas declaraciones del máximo líder de la Iglesia católica, el papa Benedicto XVI, acerca de los Reyes Magos.

Según indica el sumo pontífice en las páginas de su libro La infancia de Jesús (tercera parte de la trilogía sobre Jesús de Nazaret), la Iglesia ha leído la historia con referencia al Salmo 72,10, que habla de reyes que vienen desde Tarsis.

“La promesa contenida en estos textos extiende la proveniencia de estos hombres hasta el extremo Occidente (Tarsis, Tartessos, en España), pero la tradición ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad de los reinos de aquellos soberanos, interpretándolos como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa. El rey de color aparece siempre: en el reino de Jesucristo no hay distinción por la raza o el origen. En él y por él, la humanidad está unida sin perder la riqueza de la variedad”, explica Benedicto XVI.

Además señala la posibilidad de que estos hombres no hayan sido guiados por una estrella común, sino por una supernova. Así que en uno de los fragmentos de su libro cita los pensamientos de Johannes Kepler, astrónomo y matemático alemán, sobre este tema.

“Johannes Kepler († 1630) adelantó una solución que sustancialmente proponen también los astrónomos de hoy. Kepler calculó que entre el año 7 y el 6 a.C. –que, como se ha dicho, se considera hoy el año verosímil del nacimiento de Jesús– se produjo una conjunción de los planetas Júpiter, Saturno y Marte. Él mismo había notado una conjunción semejante en 1604, a la cual se había añadido también una supernova. Este término indica una estrella débil o muy lejana en la que se produce una enorme explosión, de manera que desarrolla una intensa luminosidad durante semanas y meses. Kepler creía que la supernova era una nueva estrella. Opinaba que también la conjunción ocurrida en los tiempos de Jesús debía de estar relacionada con una supernova; intentó explicar así astronómicamente el fenómeno de extraordinaria luminosidad de la estrella de Belén. Puede ser interesante en este contexto que el estudioso Friedrich Wieseler, de Gotinga, haya encontrado al parecer en tablas cronológicas chinas que, en el año 4 a.C., ‘había aparecido y se había visto durante mucho tiempo una estrella luminosa’”.

Datos

Los Magos fueron posiblemente 
guiados por una supernova y no por una estrella común

La tradición popular representa a los Reyes Magos con los nombres Melchor, Gaspar y Baltasar, hombres transportados en camellos que fueron guiados por una estrella al niño Jesús que se encontraba en un pesebre para entregarle oro, incienso y mirra.

En Ecuador y en otros países del mundo, la fiesta católica del Día de los Reyes Magos es el 6 de enero.

Con eventos religiosos, procesiones, desfiles de comparsas, representaciones teatrales, comiendo la tradicional Rosca de Reyes, entre otras actividades, se celebra en diversas ciudades del país.

Anastasio Gallego, estudioso de teología, dice que todo esto forma parte de métodos pastorales de educación y evangelización.

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“Recuerden que son dos mil años de historia. Muchas culturas y pueblos han ido haciendo su propia lectura. Lo malo está en quedarnos en lo secundario, como por ejemplo ‘si hubo el burro y la vaca’ o que ‘los reyes eran ricos’ porque traían oro. Pura imaginación popular”.

Para Gallego, lo rescatable es el tema de que Dios se hace hombre y se encarna como pobre, y que al poder “cuando le entra miedo” si no puede comprar, mata.

Sobre este último punto explica: “Herodes tiene miedo cuando oye la palabra Rey de los judíos. Y comete una matanza. Es que el poder, sea económico, social, político, etc., siempre hace lo mismo”.

Asimismo, opina que el tema de los magos no es tan importante, ya que no puede opacar el hecho de la encarnación. "Normalmente ocurre que tomamos temas secundarios para no enfrentar lo principal. Si es la fiesta de la solidaridad, no puede ser fiesta del mercado, del compromiso por entregar regalos. Preocuparme por la supernova, que siempre será una acomodación científica a una narración que nunca se propuso ser una explicación científica, es querer ocultar lo principal".

Sin duda, declaraciones y opiniones que siempre avivarán la necesidad de preguntarse quiénes eran realmente estos personajes bíblicos. Por ello, en esta nota se busca una mirada de estos hombres desde las distintas visiones religiosas.

Siguen la verdad

El párroco de Santa Rosa de Lima, en la isla Trinitaria, José Manuel Delgado, recuerda que en el evangelio según San Mateo, capítulo 2, versículos del 1 al 12, aparece el relato de los magos.

“En el relato bíblico de los magos, este término significa fundamentalmente sabios, con conocimientos de astronomía. La sabiduría antigua necesariamente tiene connotaciones religiosas. Se trata, por lo tanto, de sabios, ‘científicos de la época’, con un profundo deseo de conocer la verdad más alta, la verdad sobre Dios”, expresa.

Si Cristo no ha nacido en su corazón… en vano es y será todo su esfuerzo, porque cada vez que venga la Navidad será para aumentar sus capacidades de endeudamiento solamente...”.
Pastor Félix Valencia

Delgado señala que estos magos, además de estar en contacto con el estudio de los astros, probablemente conocían sobre el oráculo de Balam (profeta de origen pagano), el cual decía que de Israel saldrá “una estrella”, refiriéndose a un rey muy especial (Números 24,17). “Probablemente por eso se ponen en camino”, dice.

También, y a propósito de las declaraciones del hombre que dirige la Iglesia católica en el mundo sobre de dónde proveían estos magos, indica que los textos del Nuevo Testamento se leen con referencia al Antiguo Testamento.

“La tradición cristiana ha unido estos dos textos... Los magos que vienen de Oriente junto con el texto del Salmo 72,10, donde se indica que ‘los reyes de Tarsis y las islas le traigan obsequios, que los reyes de Sabá y de Sebá le ofrezcan presentes’. Así que la referencia de España no sería de San Mateo, sino del salmo citado”.

“La idea aquí no es el dato exacto de la proveniencia de los magos, sino que vienen desde el extremo de la Tierra, desde lejos de Israel. El papa trata de explicar la idea bíblica de que vienen también desde otros pueblos a ver Cristo”, agrega.

Por ello, el párroco sostiene que el mensaje que los Reyes Magos nos dejan es muy claro: “Son personas que viniendo desde lejos sienten una inquietud interior de buscar la verdad, y al comprender que esta se encuentra en el Rey de Israel que ha nacido, se ponen en camino. En el trayecto no se desaniman, pese a que se les presentan dificultades como que Herodes, rey de esa época, los quiere engañar; pero finalmente llegan a su destino y se postran ante Jesús para ofrecerle sus dones..., es decir, se ofrecen en el fondo a sí mismos”.

Astrólogos y magos

Los Testigos de Jehová en su página web (www.jw.org) indican que, según las escrituras, estos magos o ‘astrólogos’ –no se determina un número exacto– provienen de “las partes orientales”, donde se enteraron del nacimiento de Jesús, basados en Mateo 2:1, 2,9.

Ellos mencionan que la obra The Oxford Companion to the Bible (Guía Oxford de la Biblia) explica: “La relación entre la magia y la astrología se refleja en la fascinación que sentían los visitantes por la estrella que los condujo hasta Belén”.

Afirman que las Escrituras condenan cualquier tipo de magia, así como la práctica babilónica de intentar obtener información de las estrellas (Deuteronomio 18, 10-12; Isaías 47, 13).

Asimismo sostienen que a estos ‘astrólogos’ les tomó tiempo llegar a Judea, por lo que cuando encontraron a Jesús, ya no era un bebé que acabara de nacer en un establo y hallaron a María y al niñito viviendo en una casa (Mateo 2, 11).

“La revelación que recibieron aquellos hombres no tuvo buenas consecuencias. Despertó la cólera celosa del malvado rey Herodes, lo que, a su vez, provocó la huida de José, María y Jesús a Egipto, y resultó en el asesinato de todos los niños varones de Belén ‘de 2 años de edad para abajo’”, señalan.

“En vista de todas las desgracias que acarreó la visita de aquellos hombres, es razonable llegar a la conclusión de que tanto la estrella que vieron como el mensaje sobre “el que nació Rey de los judíos” procedían del enemigo de Dios, Satanás el Diablo, que deseaba eliminar a Jesús (Mateo 2:1, 2)”, agregan.

Eso sí, destacan que Dios sí anunció de forma milagrosa el nacimiento de su Hijo, ya que la noche que nació, un ángel se les presentó a unos pastores y les dijo que había nacido “un Salvador”; también les indicó dónde encontrarlo para que lo visitaran.

Adoradores de Dios

Para el pastor evangélico Félix Valencia, probablemente estos magos –que no eran reyes– se dedicaban a la astronomía o simplemente eran sabios que Dios había elegido para dar a conocer al rey Herodes y al mundo el nacimiento del verdadero Rey del universo que era Jesús.

Valencia asevera que su propósito era adorar al Señor Jesús. “Ellos podían haber mandado sus donativos con otras personas, pero la adoración es algo personal, insustituible. Nadie lo puede hacer en lugar de otro. Y ellos sabían que Jesús era el verbo de Dios y merecía total reverencia”.

Al parecer, se dice que eran tres, pero es posible que por tratarse de hombres muy importantes y por el largo viaje que hicieron, pudiesen haber estado acompañados.

También comenta que en la Biblia tampoco se mencionan sus nombres, pero una tradición que surgió en el siglo V dice que se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar.

Efectivamente, cree que la estrella era una señal (guía) que los conduciría hasta donde estaba Jesús, y que en algún momento Satanás quiso trastocar el plan desviándolos a Jerusalén, pero luego fueron usados escribas, sacerdotes y el mismo Herodes para enviarlos a Belén de Judea, por lo que nuevamente apareció la estrella.

“Cuando Jesús ya había nacido en Belén de Judea es interesante saber que no llegaron ni antes, ni después. Todo tiene su tiempo debajo del sol, así que estos hombres visitaron al Señor Jesús justamente en el mejor tiempo…, el tiempo de Dios, entregándole oro, incienso y mirra”, cuenta.

Siguiendo la historia, indica que después de esta visita fueron avisados en sueños de que no volviesen a Herodes, por el peligro que representaba para el niño; entonces, regresaron a su tierra por otro camino.

Valencia reflexiona en este punto y dice que además de mostrar esta historia, lo más importante en estas fechas es hacer crecer la parte espiritual.

“Si Cristo no ha nacido en su corazón… en vano es y será todo su esfuerzo, porque cada vez que venga la Navidad será para aumentar sus capacidades de endeudamiento solamente. Deje que Cristo nazca en su corazón para que junto con su familia y los magos usted también pueda adorarle y ofrecerle como una ofrenda de amor su corazón, para que goce con él no solamente el 25 de diciembre, sino… toda su vida”, manifiesta.

Testimonio de que Jesús es el Cristo

Renzo Baquerizo A., maestro de religión que forma parte de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, afirma que mucho se ha escrito concerniente a la visita de los magos, pero sin que la autoridad de las Escrituras lo justifique.

“No tenemos información respecto de su país, nación o familia; no nos es dicho ni aun cuántos eran, aunque la tradición desautorizada los ha designado como “los tres Reyes Magos”, y hasta les ha dado nombres; mientras que en las Escrituras, la única narración verdadera que de ellos existe, permanecen incógnitos y pudieron haber sido dos o varios”, expresa.

Baquerizo indica que a estos magos se los menciona en el Evangelio de San Mateo capítulo 2, versículos del 1 al 16, en los que se sostiene que “vinieron del Oriente a Jerusalén unos magos”.

También señala que la Biblia habla de su objetivo: “Y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” (Mateo 2, 11).

“La ofrenda de regalos a una persona de rango superior, tanto en lo que concernía a posición mundana o a la autoridad espiritual reconocida, era costumbre en los días antiguos y aún continúa en muchos países orientales”, explica.

El maestro de religión agrega que la Biblia no indica cuándo visitaron a Jesús, pero pudo haber sido en los primeros meses o años después de su nacimiento.

Asimismo, cita el texto que se refiere a la estrella: “Y he aquí la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que, llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo” (Mateo 2, 9-10).

Sobre su viaje, que debió haberles tomado meses e incluso pudieron haber sido años, cuenta que la Biblia solo indica que visitaron primero al rey Herodes para averiguar sobre el niño rey que había nacido, por lo que cualquier cosa que se diga al respecto de cómo fue su viaje y cuánto duró solo puede venir de nuestra propia imaginación y especulación.

De ahí, los magos fueron avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, así que regresaron a su tierra por otro camino.

Renzo recuerda que antes del nacimiento de Jesucristo, este era esperado para ser el Salvador del mundo por medio de su expiación infinita y que su nacimiento fue profetizado por todos los profetas antes de él.

“Estos magos fueron avisados y guiados por revelación divina para que vayan a adorar al más grande de todos, al que nos traería la salvación. Así testificaron al mundo y a todas las generaciones posteriores la importancia suprema que el salvador del mundo debe tener en nuestras vidas”, puntualiza.

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