Pilar Estrada: Su nuevo reto

24 de Abril de 2016

Pily Estrada es la nueva directora del Centro Cultural Metropolitano de Quito. Ella comenta sobre los objetivos que aspira a cumplir y la programación 2016.

En noviembre de 2014, el artista guayaquileño Roberto Noboa inauguró su exposición 12:21 en el Centro Cultural Metropolitano de Quito. Su curadora fue Pilar Estrada, historiadora de arte y gestora cultural guayaquileña.

“Desde que inicié el montaje de esa exposición, comencé a viajar con mucha frecuencia a Quito, casi todos los meses”, recuerda. Hoy la capital se ha convertido en su nuevo hogar y lugar de trabajo, ya que el mes pasado asumió como directora del Centro Cultural Metropolitano.

Aunque admite que cambiarse de ciudad constituye una aventura, asegura sentirse preparada para ese desafío. Esto significó también dejar la dirección de la galería No Mínimo, de la cual es cofundadora, para asumir ese nombramiento público.

El espacio privado, ubicado en el c.c. Plaza Lagos, quedó bajo la coordinación de Michelle Torres y su directora de Relaciones Internacionales, María Fernanda Currea. Mientras, Boris Jarrín figura como director internacional. “Voy a trabajar como parte del comité curatorial de No Mínimo, pero ya no soy la directora”, explica. “También se está iniciando un proceso para convertirla en una fundación sin fines de lucro”.

¿Cuáles son las diferencias entre manejar un espacio privado y uno público? “Las responsabilidades cambian desde la esencia. En No Mínimo, al ser privado y aunque siempre he sentido una responsabilidad social con mi trabajo, oficialmente no debía rendirle cuentas a nadie. Tenía la opción de seleccionar y decidir en base a mi criterio”, comenta Pilar. “Pero cuando trabajas en un lugar como el CCM, la responsabilidad social aumenta radicalmente, tienes que saber que no trabajas según tus intereses, sino en función de qué puedes aportarle a la ciudadanía desde tu cargo”. El CCM recibe entre 200 mil y 300 mil personas al año, aproximadamente, y al ser un espacio hipervisitado, gracias a que su ubicación es estratégica, hay un sentido de responsabilidad mucho más alto, en relación a ese público, dice.

Una de sus primeras decisiones en Quito es conformar un comité curatorial para evaluar las propuestas que se reciben para ese espacio cultural. “Esos proyectos merecen una visión mucho más amplia y el comité formará parte de las decisiones que se generen”, explica. Otro de sus objetivos es especializar el espacio. “El CCM ha sido un lugar de exposiciones y eventos, ha tenido exhibiciones muy buenas, pero no ha tenido un eje de trabajo”, afirma.

Su meta es conseguir que se mantengan cuatro grandes muestras al año, cada una con una duración aproximada de dos meses y medio (incluyendo dos semanas para montaje y desmontaje). “Y, sobre todo, queremos que cada una tenga una calidad increíble”.

Para este año

El 5 de mayo se tiene prevista la inauguración de la exposición “Las misiones geodésicas francesas en el Ecuador”, resultado de una investigación con la Embajada de Francia.

“Están trayendo documentos y bienes de Francia que nunca se han exhibido en Ecuador sobre el tema, y además se usarán objetos de nuestra reserva del Centro Cultural Metropolitano porque tenemos un material muy rico de la época”, comenta.

En agosto se traerá al CCM la exposición de arte contemporáneo “Atopía. Migración, legado y ausencia”, de la fundación Thyssen-Bornemisza (Madrid), que actualmente se muestra en el Museo de Arte Moderno de Bogotá, Colombia. Finalmente, en octubre, se inaugurará la última muestra del año, en el marco de Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre vivienda y desarrollo urbano sostenible (Hábitat III). “Estamos trabajando con la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) para un trabajo con cronistas, fotógrafos y artistas en relación a los temas de Hábitat”, adelanta.

Esos son los proyectos de Pilar en Quito, que le permiten continuar su gran compromiso cultural con los ecuatorianos. Así demuestra que, tal como dice ella, “el arte no tiene ciudad”. (I)

La responsabilidad social aumenta radicalmente, tienes que saber que no trabajas según tus intereses, sino en función de qué puedes aportarle a la ciudadanía desde tu cargo”.
Pilar Estrada, Directora del Centro Cultural Metropolitano

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