Combatir la soledad
¿La soledad es una epidemia? ¿Los seres humanos estamos condenados a vivir solos? (‘Excesiva soledad’, octubre 1).
Sugiero combatirla de una manera práctica: incentivando a quienes viven solos a abandonar sus egoísmos y olvidar su pasado solariego, a integrarse y así compartir con los demás.
Tengo cincuenta años y gran parte de mi vida he estado solo. Aunque parezca extraño, la soledad es una compañía pegajosa, se adhiere a quienes la aprovechamos para meditar.
Siempre fui optimista conociendo mujeres, pero parece que la soledad es parte de una existencia humana destinada a servir, a ser útil al resto. El amor a los demás seres humanos es el principal mandamiento que Dios nos pide. También es esencial para la vida. Y esa es la razón por la que se puede sustituir una vida solariega: una convivencia amorosa.
Eduardo Jiménez