Museo de Arte de Tel Aviv: Nueva ala
Este complejo es una de las expresiones más importantes de la diversidad cultural contemporánea del arte israelí.
El Museo de Arte de Tel Aviv es uno de los más destacados en el arte y la cultura del país, con la más amplia colección de arte israelí, en representación de todas las tendencias y artistas.
Recientemente abrió su nueva ala en la que se podrá apreciar, bajo el nombre de El museo se presenta, una selección de alrededor de 250 de estas obras, que datan de 1906 hasta el presente, en un impresionante edificio que lleva el nombre de Edificio Amir (donado por Herta y Paul Amir).
Las obras se pueden apreciar en 18.500 metros cuadrados de galerías, esto lo convierten en la mayor instalación permanente en el país destinada al arte israelí. La construcción de la nueva ala estuvo a cargo del arquitecto estadounidense Preston Scott Cohen.
Durante la apertura, la directora del Museo, Shuli Kislev, comentó: “Estamos orgullosos de que el corazón físico y espiritual de este edificio nuevo y maravilloso esté dedicado a la herencia del arte israelí, la cual se presenta en toda su riqueza y variedad”.
Quedarán expuestas en este sitio las utopías del expresionismo en un par de exposiciones de las colecciones de grabados y dibujos, centrándose en las tendencias más notables del expresionismo alemán. No faltarán exposiciones dedicadas al diseño israelí que se pueden ver en la Biblioteca de Chanan DeLange y en el trabajo Corriendo en círculos, de Iaacov Kaufman.
Muy importante es la muestra titulada ‘Shevirat hakeilim’ (Ruptura de los recipientes) con la que se inauguran la galería de exposiciones temporales y en la que se exhiben las obras nuevas y recientes de Anselm Kiefer, parte de la propia colección del artista.
Esta exposición presenta una selección de trabajos monumentales del artista, pinturas, esculturas, grabados e instalaciones en los temas de la historia judía y el misticismo. Kiefer es un artista alemán que estudió la historia y cultura de su país, los estragos de las guerras, y mantiene un diálogo sobrio pero intensivo con el pasado.
En la construcción del Edificio Amir, Preston Scott Cohen destaca el uso de hormigón y el vidrio, lo cual establece un diálogo con las estructuras ya existentes del Museo y con la arquitectura moderna de la ciudad que lo acoge, con sus tradiciones de Mendelsohn, Bauhaus y la Ciudad Blanca.
En el interior, el edificio está construido alrededor de una espiral, con un techo donde penetra la luz, con 87 metros de altura que se denomina Cascada de luz.
Hay cinco niveles: dos por encima del nivel de la tierra y tres por debajo. Las escaleras y el paso de la rampa y la Cascada acompañan la circulación vertical de estos pisos, que conecta los ángulos dispares de las galerías.
Fuente: Consulado de Israel
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• El concreto y vidrio independiente establece un diálogo con las estructuras existentes del Museo de Arte de Tel Aviv y con la arquitectura moderna conocida de esa ciudad, con sus tradiciones de Mendelsohn, la Bauhaus y la Ciudad Blanca.
• La sutileza de la Cascada de Luz es torcer y girar a las curvas de las superficies de arriba y abajo a través de la estructura. Sus escaleras y paseos en rampa permiten la circulación vertical a través de estos pisos, que conectan los ángulos dispares de las galerías y permiten la luz natural para refractar en lo más profundo del edificio semienterrado.
• Se ha logrado fusionar la forma con el material. La fachada expone perfectamente el modernismo de Tel Aviv, en un lenguaje arquitectónico contemporáneo y progresista.
• La ampliación del Museo de Arte de Tel Aviv, diseñada por el americano Preston Scott Cohen, presenta una superposición de planos irregulares en la fachada y el atrio.
• “El Amir Building combina dos paradigmas de los museos de arte contemporáneos aparentemente irreconciliables: el museo como una caja neutral que provee de un espacio flexible y optimizado para exposiciones de arte y el museo espectacular que atrae a visitantes y promete una experiencia social diferente”, dice el arquitecto.
• El esqueleto de acero de la ampliación se encarga de sostener 465 paneles de hormigón armado prefabricado. Las fachadas presentan un aspecto irregular que, según los arquitectos, procura deconstruir las formas del edificio principal del complejo, diseñado por Dan Eytan hace cuarenta años.
