Los tacones como autodefensa

13 de Diciembre de 2015
Abby Ellin | The New York Times

Las clases de defensa personal ahora incluyen tacones. Con esto se sorprende al atacante y además empodera a las mujeres.

Una noche reciente, lluviosa, cerca de 30 mujeres, la mayoría llevaba puestos tacones altos, se reunieron en un sitio para ensayos en Midtown Manhattan y

participaron en una serie de maniobras rápidas y enérgicas: puños de martillo, zafarse a codazos de una llave de estrangulamiento, patadas feroces.

“La idea es asegurar en la memoria muscular”, dijo la lideresa Avital Zeisler, exbailarina, quien a sus 26 años, no es modelo ni actriz, pero es experta en combate cuerpo a cuerpo. Ha entrenado con elementos del Ejército y las fuerzas del orden, así como con actrices como Keri Russell, Megan Boone y Amanda Seyfried.

Le apasiona que las mujeres aprendan a defenderse, sin importar lo que lleven puesto en el cuerpo, o los pies. Así es que este taller, por el que a veces cobra hasta 80 dólares por participante, fue gratuito. “El objetivo es interrumpir el proceso de pensamiento del atacante; aunque solo sea para hacerlo parpadear”, les dijo Zeisler a las personas reunidas.

Lydia Billings, de 24 años, una fotógrafa y fundadora de End Rape Now, quien asistía a la clase, estaba impresionada. A su mejor amiga la violaron en la secundaria, contó, pero Billings nunca antes había estudiado defensa propia. “Unos cuantos movimientos simples, poderosos, pueden sacarte de cualquier situación”, señaló Billings, quien llevaba puestos un par de zapatos de tacón Payless.

Zeisler no es la primera ni la única persona que enseña tales técnicas de autodefensa. El sitio web de enseñanza Howcast ha publicado videos sobre el uso de los tacones en la defensa personal. Y Jennifer Cassetta, de 39 años, una entrenadora personal en Los Ángeles y cinturón negro de tercer grado en Hapkido, empezó una clase llamada ‘Tacones y Autodefensa’ en el 2007.

“Las mujeres se sienten muy empoderadas usando tacones”, dijo Cassetta. “A mí me encantan los tacones. Me encanta cómo se ven las piernas. Pero la mayoría de las mujeres apenas si puede caminar con ellos, ya no se diga correr. Si no puedes huir corriendo, más vale que sepas cómo ahuyentar al atacante. Tienes que estar preparada todo el tiempo, sin importar lo que lleves puesto, sin importar cuán alta seas”.

Advertencias

Si bien es sabido que los zapatos pueden ser armas letales. El año pasado, sentenciaron a Ana Trujillo, de Texas, a cadena perpetua por apuñalar a su novio hasta matarlo con un tacón alto de 14 centímetros. Pero tener acceso a ellos no siempre es fácil cuando están en los pies. Y existe la tendencia a que obstaculicen una de las mejores estrategias de la autodefensa: salir corriendo.

Sin embargo, a pesar de las advertencias sobre los peligros de los tacones altos y los estragos que pueden ocasionar en la espalda y los tobillos (“hacer ejercicio con tacones es malo para las pantorrillas, y pueden ocasionar desgarraduras y tendinitis”, dijo Rob Conenello, un podiatra deportivo en Orangeburg, Nueva York, y el anterior presidente de la Academia Estadounidense de Medicina Podiátrica Deportiva), y es poco factible que las mujeres urbanas dejen de usarlos pronto. Así es que algunos preocupados por la seguridad están considerando esa realidad.

De acuerdo con una analista de Naciones Unidas, alrededor del 35 por ciento de las mujeres en todo el mundo dijo que ha sufrido violencia física, incluidos violación, asesinato y acoso sexual.

Zeisler es una de ellas. A los 19 años, su novio en ese entonces la atacó sexualmente, después de lo cual pasó por una depresión debilitante. Dejó su casa en Toronto y viajó a Israel, el lugar donde nació su padre, para estudiar Krav Maga, una forma israelí de autodefensa.

En el 2013 creó y empezó a enseñar el método Soteria (Soteria es la diosa griega de la seguridad), cuyos componentes incluyen autodefensa, buena condición física y, sí, “empoderamiento”. Ella define a la autodefensa como “tener la habilidad para crear, vivir y proteger una vida que se ama”.

Su argumento es que las mujeres no deberían tener que alterar su aspecto físico ni “comprometer su femineidad”, dijo, para asegurar su habilidad para protegerse.

“Cuando yo enseño autodefensa, quiero asegurarme de que sea auténtica para las mujeres”, notó Zeisler, quien también ha escrito el libro Weapons of Fitness (Las armas del buen estado físico). “El punto del entrenamiento con tacones es que si los estás usando y eres blanco de un ataque”, dijo, “estás equipada con unas cuantas estrategias de supervivencia que pueden salvarte la vida”. (I)

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