Hogar para dos

24 de Mayo de 2015
Diana J. León

Muchos creen que un matrimonio sin hijos no está completo. Pero cada vez son más las parejas que deciden casarse sin el objetivo de procrear.

“¿Y cuándo llega la cigüeña?”, esa suele ser la pregunta que le sigue a “¿cuándo es la boda?”. Por alguna razón, seguramente con la mejor intención, los familiares y amigos cercanos a la pareja insisten en acelerar su relación. Quieren celebrarlos y verlos protagonizar una verdadera historia de amor.

Algún tiempo después, tras la luna de miel, ese escenario ideal incluye un bebé. Pero hoy, muchos matrimonios eligen escribir sus vidas con un guion para solo dos protagonistas.

Así lo decidieron Jennifer (27 años) y Nicolás (26). Han pasado casi dos años desde su matrimonio y convertirse en padres no es su prioridad.

Esta fue una decisión que tomaron durante su noviazgo. “Antes de casarnos tuvimos una relación larga, de nueve años. En ese tiempo emprendimos un negocio en el que seguimos trabajando hasta ahora”, explica Jennifer. “Sí hablamos sobre el tema de tener hijos, pero nuestras metas más fuertes estaban enfocadas en lograr una estabilidad económica que nos permitiera disfrutar de nuestra relación, así como también asegurar el bienestar de nuestra vejez y la de nuestros familiares”.

Además de sus metas profesionales, también tienen motivos personales. Ella, señala, creció en una familia conflictiva y desarrolló cierto temor a la idea de criar a un hijo. “Me gusta mi independencia y el poco tiempo que me queda libre busco disfrutarlo junto a mi esposo, además de ayudar a mi mamá, a mi familia y tratar de verlos felices”.

“En cuanto a Nicolás, él tiene un alma muy emprendedora e idealista. Quiere lograr muchos objetivos y gracias a nuestro sacrificio diario lo hemos logrado a nuestra edad”, dice Jennifer. “No podríamos ofrecer un tiempo de calidad a nuestro hijo. Creemos que uno debe tener la vocación y la paciencia para criarlo correctamente. Es una decisión que se debe tomar con mucha responsabilidad y amor”.

Muchos de sus allegados creen que se trata de una decisión momentánea y que el tiempo los hará cambiar de opinión, pero los esposos afirman que hoy su resolución es no tener hijos en varios años. “A veces si es un poco molesto porque en cada reunión familiar no falta alguien que te pregunta ¿cuándo viene el júnior? o ¿para cuándo el bebe?”. Preferimos solo reírnos y no hacer caso a esos comentarios”.

La comprensión y el apoyo mutuo han sido vitales en su relación, mientras meditan profundamente en cuál será su siguiente paso. “Creemos que cada pareja debe pensar si tener un hijo es algo que en verdad desean en sus vidas o es una excusa para darle sentido al matrimonio”, indica Jennifer.

Una cuestión cultural

Casarse sin convertirse en padres es una tendencia que, desde algunos años, crece en varias capitales del mundo. Pero Eduardo Santillán, neuropsiquiatra, psicólogo clínico (especializado en afectividad crítica) y terapeuta de individuos, parejas y familias, cree que la sociedad tradicional ecuatoriana puede ser muy crítica ante una pareja que tome esta decisión.

“Muchos matrimonios de personas mayores están convencidos de que no existe una familia real si no se tienen hijos”, expresa. Sin embargo, recomienda que las parejas, que así lo hayan planificado, expliquen su postura con naturalidad y respeto pero, sobre todo, sin sentimientos de culpa.

Asimismo se espera que sus familiares y amigos manifiesten empatía hacia los esposos y respeten su derecho a procrear o no. “Existe una pequeña, pero creciente proporción, que cree que los cónyuges que no tienen hijos pueden conocerse mejor, cumplir sus metas personales, amarse más y consolidar su relación”, explica Santillán.

Mientras este grupo se mantiene como una minoría, la opinión general está influenciada por la costumbre. La llegada de un hijo a un matrimonio es considerada una “bendición esperada” y, en el caso contrario, una pareja que no pudiera tener hijos era “sinónimo de una desgracia o maldición divina”.

Así lo explica Glenda Pinto, psicóloga clínica y terapeuta TREC (Pareja, Familia, Niños, Adolescentes y Adicciones). “Este atavismo de cultura aún persiste en la mente del inconsciente colectivo, que mira con extrañeza, dudas y hasta con pena, a las parejas que no tienen hijos propios o descendencia natural y peor aún, a aquellas que han decido no tener hijos consigo, por voluntad propia”.

“Expertos aseguran que el hecho de no tener hijos por elección es todavía uno de los tabúes de la sociedad del siglo XXI. Es uno de los prejuicios más extendidos”.

Pero tener hijos no es una obligación, afirma Pinto. “A muchos les parecerá evidente, pero para otros puede resultar hasta ofensivo. Son varias las razones por las que una persona puede no tener hijos y hacerse mayor sin tenerlos”.

El cambio en el rol de la mujer (su papel ya no es atender exclusivamente el hogar y a los hijos mientras su esposo sale a trabajar) y en el ritmo de vida de los jóvenes adultos han influido en esta tendencia.

Según Santillán, el nivel de exigencia en el competitivo campo profesional y comercial que existe en la sociedad contemporánea permite percibir a la ausencia de hijos como una oportunidad para progresar económicamente, estudiar, viajar y que la pareja disfrute de ciertos privilegios.

Este pensamiento es propio de las grandes ciudades y pueden ser consideradas “ideas de progreso” que alejan y postergan los deseos primitivos de reproducirse.

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Diseñar su felicidad

En este artículo no hablamos de parejas que deseen tener hijos y que, por razones médicas, no puedan realizar su anhelo de convertirse en padres. En este caso, la descendencia es deseada y seguramente la pareja intentará, por varios medios, hacerlo realidad.

Al contrario, quienes deseen, voluntariamente, no procrear, también pueden disfrutar a plenitud de su vida matrimonial. “La felicidad no es contraria a no tener hijos”, enfatiza Pinto. “Una pareja puede ser muy feliz sin llegar a aburrirse nunca uno del otro, sin haber tenido hijos. Se tengan o no hijos hay que saber cuidar de la pareja, ser felices y hacer feliz al otro”.

Según la especialista, el mejor escenario será aquel que sea diseñado exclusivamente por la pareja, de acuerdo a sus intereses y sin ceder ante las presiones o comentarios de sus familiares.

“Debemos decidir lo que nos hará felices y, juntos, hacer respetar nuestras opiniones. Hay que decirlo claramente. Es una forma de autorizarse y autoafirmarse. Cada pareja decide cómo ser feliz, en qué invertir su tiempo y su vida”. (F)

 

 ¿Cuándo conversarlo?

El no desear tener hijos también puede ser una resolución personal, tomada mucho antes de vincularse sentimentalmente a otra persona. El hombre o mujer soltera puede tener razones que lo hayan predispuesto a no convertirse en padres y es así como ya han imaginado y planeado su futuro.

En ese caso, es importante que, si se inicia una relación amorosa, se aborde el tema oportunamente.

El noviazgo es la etapa ideal para hacerlo, dice Eduardo Santillán, neuropsiquiatra, psicólogo clínico y terapeuta de individuos, parejas y familias. “Durante este tiempo se diseñan las características de la pareja, deben llegarse a acuerdos mutuos y estar dispuestos a cumplirlos en la vida matrimonial”, comenta.

“Siempre se debe recordar que nuestra satisfacción puede llegar a ser la frustración de la persona amada. Es importante comunicarse con respeto y consideración tomando en cuenta la sensibilidad de nuestra pareja”, agrega el especialista.

Tampoco es una decisión que deba dejarse al azar y fortuna de la evolución de la relación, pues puede decepcionar a uno de sus miembros.

“Deben tomarse con seriedad las aspiraciones de cada uno al respecto. Si uno de los dos no tiene hijos, se debe considerar cómo afectará la posibilidad de tenerlos o no, a la relación que mantienen”, sostiene Glenda Pinto, psicóloga clínica y terapeuta TREC (Pareja, Familia, Niños, Adolescentes y Adicciones). Agrega que es fundamental que el deseo de tener hijos exista en ambos cónyuges. Si no existe un acuerdo mutuo, probablemente existirán conflictos que ocasionarán la ruptura de esa unión.

 

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