Política del orden

22 de Julio de 2018
  • La política de ‘escritorios ordenados’ tiene pros y contras.
  • Despeje su mesa y distribuya sus herramientas de trabajo en contenedores para gavetas que facilitan su almacenamiento. (InterDesign)
  • Si necesita tener sus herramientas a mano, emplee el espacio vertical cerca de su estación de trabajo y así no apila objetos en el escritorio.

Personalizar los escritorios de trabajo es una actividad que damos por hecho. Es necesario un punto medio para no acumular objetos y en efecto animar la creatividad y la productividad.

En un costado, los documentos pendientes. En el otro, una carpeta con asuntos para liquidarse hasta la otra semana. Y en otro pilón, fotos de las vacaciones, crema de manos, barritas de cereales. Así suele ser el escritorio de cualquier oficina.

Pero alrededor del mundo está creciendo una nueva ola: los escritorios limpios, como una estrategia para ordenar los quehaceres cotidianos. “Tiene una gran ventaja”, comenta la coach Christine Hoffmann, “resulta útil cuando una empresa se maneja con equipos de trabajo en permanente rotación, sea que la gente o los roles van cambiando”.

“Cuando todos trabajan con las mismas estructuras y se manejan con un mismo método de archivo, se hace más fácil que una persona cubra a la otra”.

El método es bueno para todos. De esa forma cada empleado se ahorra toparse con el caos que no liquidó en la jornada anterior.

¿Hermoso caos?

Marc Schmidt, asesor de empresas, señala que los escritorios caóticos son un indicio de falta de organización personal.

En ese sentido, Silvia Saab, diseñadora de interiores guayaquileña, aporta: el orden es un concepto que empieza con la organización de las ideas y se proyecta en todos los aspectos del diario vivir. “Cuando el entorno está ordenado fluyen los pensamientos y la creatividad mejora… se abre el espacio para nuevos razonamientos”.

El caos empieza cuando uno recibe papeles y no los despacha enseguida, sino que pone la documentación a un costado. Así los montones se van acumulando con facilidad. “Muchos dicen que es su modo de organizarse, eso no es una buena organización para nada”, puntualiza Schmidt.

Mi espacio, tu espacio

Personalizar nuestro espacio de trabajo es algo que damos por hecho. Sin embargo, Saab aclara que el área de labores siempre debe denotar objetividad. “Detrás de un escritorio está un profesional y este aspecto no debe descuidarse”.

Por eso recomienda no abundar en detalles personales. Una foto discreta de la familia, o de los amigos es suficiente en este ámbito. “En plan decorativo, una vela, artículos de escritorio con algún diseño a gusto del dueño del espacio. Y los colores afines a la decoración”.

Se debe en todo momento guardar la sobriedad, sin caer en la monotonía. “Con esto en mente, debemos añadirle elementos que le den carácter, pero sean a la vez ligeros”. Saab recuerda: el protagonista es el usuario y no los objetos que lo rodean.

‘Desordenada’ creatividad

Incorporar la ‘política del escritorio limpio’ también tiene sus contras. Los estudios centrados en la creatividad afirman que tener muchos estímulos puede favorecer la actividad cerebral, generar soluciones fuera de la caja e impulsar la creatividad.

Aunque, por otro lado, hay quienes apuntan que “se puede generar un contexto laboral estimulante sin tener un escritorio lleno de cosas”, como el rector de la Escuela Superior de Psicología de Berlín, Siegried Preiser. Él asegura que bien se pueden colocar tarjetas, revistas y libros de fotos en algún sitio donde recurrir fácilmente cuando le hace falta inspiración.

Lo mismo vale con mirar por la ventana, algo muy simple y que, sin embargo, puede ser un gran momento para disparar ideas poco convencionales.

En resumen: Es bueno ordenar, pero haciendo prevalecer un espacio personal para cada empleado que le permita armarse su propio espacio y proceso laboral.

Orden y ‘coworking’

En la oficina pasamos un alto porcentaje de la vida laboral. Es necesario hacerla transparente y flexible, porque cada vez más el espacio se comparte y es menos independiente, explica Saab. De hecho, dice, de ese concepto viene el ‘coworking’. (IG: @silviasaabdisenos).
 

Gestión de cables

Una pesadilla para la organización es la maraña de cables de la computadora, teclado, teléfono... Para ocultar todo y que no estorbe, ha surgido una industria de tiras de velcro, canaletas, latiguillos y otros elementos como los de la foto.
 

 

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