Formando actores

08 de Julio de 2012

La carrera de Comunicación Escénica, de la Universidad Casa Grande, ofrece a quienes quieren hacer de la actuación su carrera una forma de realizar estudios profesionales en este campo artístico.

Dirigida por Jaime Tamariz y Marina Salvarezza, desde hace tres años y medio la Universidad Casa Grande de Guayaquil ofrece la carrera de Comunicación Escénica, la cual está enfocada a la formación de actores y otras profesiones afines.

De acuerdo con Salvarezza, se decidió crear este espacio para responder a las exigencias de los mismos estudiantes de este centro de estudios y para cubrir una necesidad evidente en el país.

“Sentimos que existe una gran exigencia de formación de los actores, creemos que ellos no tienen una formación profunda, sino tan solo una experiencia adquirida a través de talleres cortos y no un acercamiento a la profesionalización con un estudio serio. Entonces, considerando la falta que había en la ciudad se pensó en abrir la carrera”, explica.

Además, esta carrera también brinda a sus estudiantes las herramientas necesarias para desenvolverse en otras áreas del mundo del espectáculo como directores, productores, animadores de eventos y los capacita para trabajar en centros culturales, estaciones de radio, televisión, etc.

“Apuntamos a la formación integral y multifacética de un artista totalmente comprometido con su profesión y vocación”, dice.

La carrera tiene ocho semestres de duración y entre las asignaturas que los estudiantes reciben están Historia del Arte y Teatro, escenografía, maquillaje, vestuario, diseño y comunicación visual, dramaturgia, análisis de textos y de espectáculos y filosofía.

A esto se agregan talleres y charlas con invitados internacionales por parte de la universidad. “Reciben una preparación integral, conformada por materias teóricas y prácticas, y con la realización de talleres especiales dictados por profesores internacionales que son invitados exclusivamente para lograr una mejor calidad de educación”, explica Salvarezza.

Los docentes de esta carrera son también personas vinculadas y que se encuentran activos en el mundo del teatro. Entre ellos podemos mencionar a la actriz Itzel Cuevas, el director cubano Eduardo Muñoa, el actor, director y artista visual Virgilio Valero y el maestro de Arte Roberto Frissone, quien ha trabajado con directores nacionales como Sebastián Cordero y, Camilo Luzuriaga colaborando también con John Malkovich.

Sentimos que los actores no tienen una formación profunda, sino tan solo una experiencia adquirida a través de talleres cortos. Considerando esa falta que había en la ciudad se pensó en abrir la carrera”.
Marina Salvarezza

Para incentivar a sus estudiantes, la Universidad Casa Grande tiene, además, su propio grupo de teatro llamado Zantza Grande, el cual se creó diez años atrás. Su nombre es producto de una antítesis de palabras: Zantza, que se refiere a las cabezas reducidas y que contrasta con el adjetivo ‘Grande’, que forma parte del nombre de la universidad.

Al principio, recuerda Marina, fue difícil tener un grupo estable puesto que los estudiantes que los conformaban pertenecían a otras carreras y tenían la actuación solo como un hobbie. “Ahora resulta más fácil porque tengo chicos que se están dedicando al teatro, existe más acercamiento al lecho teatral, al compromiso de hacer teatro con muchos ensayos y dedicación, algo que antes yo no podía exigirles”.

El grupo se formó a partir de la puesta en escena de la obra La Conquista no ha terminado todavía, de José Martínez Queirolo. Además, han montado otras obras como Los que se quedan, La reorganización de la casa, Los Vampiros y tres obras infantiles: La Caperucita, La Cenicienta y El Príncipe que todo lo aprendió de los libros.

Con todos estos esfuerzos la universidad Casa Grande espera contribuir a la profesionalización de los actores ecuatorianos y por ende, elevar la calidad de la actuación en el país. (D.L.)

 

la casa de bernarda alba

El grupo de Teatro Experimental Guayaquil, del cual Marina Salvarezza es su directora y también actriz, puso en escena la obra La Casa de Bernarda Alba en el Teatro Sánchez Aguilar, el pasado 13 y 14 de junio, y cuyas cuatro funciones estuvieron dirigidas específicamente para estudiantes de colegios. “Todos han estado muy atentos, muy interesados e incluso nos llamaron los padres preguntando cuándo la íbamos a poner a todo el público porque sus hijos habían regresado del teatro a contarles de la obra”, revela la actriz.

Se trató de un montaje basado en la obra de Federico García Lorca con producción de Viviana Elizalde y Daemon, la productora de Jaime Tamariz.

Además, tuvieron también el apoyo de la Universidad Casa Grande que les brindó el espacio necesario para sus ensayos previos a la presentación de la obra.

Para Marina, este trabajo le trae buenos recuerdos ya que hace 26 años puso sobre el escenario esta misma obra con un elenco conformado, en ese entonces, por actrices extranjeras. “Tengo la satisfacción de que cuando voy a un lugar me encuentro con alguna cajera que me ha visto en una obra, me reconocen y esa es la parte más grata de mi trabajo, ver cómo una obra puede llegar al corazón de la gente y quedarse como un bonito recuerdo de la juventud”, expresa la actriz.

Actualmente está trabajando en una nueva obra: La Celestina, un texto de Fernando de Rojas, la cual también montó en 1994, asimismo Casa de Muñecas, de Ibsen, y Entre Amigas, que trata la problemática femenina.

 

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