Álex y Viviana Rodríguez: Comprometidos con la música

23 de Junio de 2013

Los hermanos Álex y Viviana Rodríguez continúan con su carrera lírica, ahora desde el Coro de Cámara del Teatro Centro de Arte.

La música está presente en sus vidas desde la infancia. Álex y Viviana Rodríguez pasaron del coro de niños a construir una carrera profesional en el canto lírico.

Actualmente, ambos forman parte del Coro de Cámara del Teatro Centro de Arte junto con el que ofrecerán esta semana el recital Latinoamérica Café-Concert.

Se trata de un coro profesional en el que cada uno de sus integrantes está completamente dedicado a la actividad musical. “Todos son músicos o están estudiando música y reciben un reconocimiento mensual por formar parte de la agrupación”, explica Álex, quien dirige el coro. “Podemos abarcar un repertorio más intenso y variado e interpretar piezas desde el Renacimiento hasta la música popular moderna y eso es lo que hace falta en Guayaquil: presentar un repertorio nuevo y dejar de hacerlo repetitivo”, agrega.

Para contribuir a la difusión de la música coral entre el público guayaquileño, la agrupación tiene previsto realizar una presentación mensual. “Siempre los días martes. Puede ser una semana antes de que termine el mes o el último martes de cada mes”, explica. En esta ocasión el recital se ha dividido en dos secciones: la primera parte estará a cargo de la violinista ucraniana Olga Khudoblyak, la pianista Katya Poukhyria y el chelista Octavio Hidalgo.

Ellos interpretarán Las cuatro estaciones porteñas, de Piazzola y en la segunda parte intervendrá el Coro de Cámara del Teatro Centro de Arte con una selección de música latinoamericana (vea más detalles en Piqueo Semanal).

Talento innato

Álex (barítono) y Viviana (soprano ligera) empezaron sus estudios musicales desde que eran niños. Viviana ingresó al conservatorio a los 6 años y está vinculada al canto lírico desde los 16. En tanto que Álex comenzó a estudiar violín a los 9 años y se graduó como violinista en el conservatorio Rimsky Korsakov. “Del violín me atrajo su sonido, que es muy similar a la voz humana. Un violín bien tocado parece que está cantando”, explica. En el 2005 se graduó como solista y en el 2008 empezó a dirigir el coro del conservatorio.

La música de los compositores franceses Claude Debussy y Maurice Ravel ha influido, según Álex, en su carrera musical. “Ravel y Debussy transportan al oyente a una nueva atmósfera y yo creo que en eso consiste toda la música”, sostiene. “Debe ser compuesta de tal manera que transporte al público a ese lugar al que quiere ir en ese momento y eso es justamente lo que logran estos dos compositores”. 

El repertorio de Viviana está compuesto por piezas de los compositores Gioachino Rossini, Vincenzo Bellini, Gaetano Donizetti y Mozart. 

Recuerdan de manera especial su intervención en el Festival de la Música Académica en el 2009 y también las presentaciones en el Festival Internacional de Coros. “Tuvimos un público conformado por personas de varios países que se llevaron una buena impresión del coro. Y eso deja en alto el nombre del país y de la ciudad, cuando colegas de otros países se dan cuenta de que en Ecuador sí hay nivel”, explica Álex.

 

Mucho por hacer

Los hermanos Rodríguez se muestran muy contentos de haber desarrollado su carrera en el canto lírico sin haber tenido la necesidad de abandonar por largos periodos su país natal. “Hemos tenido la bendición de quedarnos en Ecuador, con nuestra familia y nuestras costumbres”, expresa Viviana.

“Nuestra idea siempre será viajar para aprender, pero regresar a nuestro país a explotar esos conocimientos. En Europa nadie nos necesita, allá está saturado, pero aquí en Ecuador todavía no es un género muy difundido”, añade.

Álex concuerda con su hermana, aunque considera que todavía hay mucho trabajo por hacer. “Necesitamos personas especializadas en la organización y manejo de espacios líricos y de alguien que esté dispuesto a perder dinero”, dice. “¿Por qué perder su dinero? Porque alguien que invierte en cultura está invirtiendo en algo más valioso que ganancia monetaria. Lo hace para generar una mayor riqueza cultural”, afirma.

Considera necesario que más empresarios se animen a dejar parte de su presupuesto en manos de personas vinculadas con el arte. “Y que luego puedan darse el gusto de decir que fueron mecenas de un determinado proyecto”, enfatiza.

Viviana destaca, además, la importancia de darles una mayor difusión a las actividades culturales y que se conviertan también en una opción atractiva para el público. Una de las estrategias que Álex propone para conseguir este objetivo es combinar el programa del coro con alguna intervención instrumental o algún cantante destacado.

“El público está acostumbrado a ir gratis a los espectáculos corales, pero ese no es el fin porque este es un trabajo artístico y es importante desarrollar la cultura de que si se quiere escuchar algo bueno, hay que pagar sin caer en valores exorbitantes”, dice.

De esta manera, Álex considera que los coros se esforzarán, cada uno, por presentar un mejor repertorio, lo que generará una sana competencia entre ellos. El resultado final será elevar el nivel general y crear en el público una cultura coral. (D.L.A.)

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