Piano y saxofón en la Zaruma

05 de Agosto de 2018

Shai Golan, saxofonista invitado a la película Whiplash (2014), ofrecerá un recital junto al pianista guayaquileño Joan Sánchez.

Estudiantes del Manhattan School of Music. Shai Golan (i) y Joan Sánchez.

Hace un par de años, una reñida y divertida partida de ajedrez, luego de clases, afianzó la amistad entre el pianista guayaquileño Joan Sánchez y Shai Golan, saxofonista israelí, mientras ambos estudiaban en el Manhattan School of Music (Nueva York). Entonces, Golan cursaba su último año y Sánchez comenzaba sus clases tras ser admitido en la academia.

Con la emoción de venir por primera vez a Latinoamérica, el saxofonista aceptó visitar Ecuador junto con su excompañero de aulas para presentarse este martes 7 de agosto en la sala Zaruma del Teatro Sánchez Aguilar.

“Es un tipazo, muy humilde, además de un gran intérprete y compositor. Y no ha perdido la identidad de sus raíces al tocar su instrumento, cuando está improvisando y toca su música se puede sentir su cultura dentro de las líneas melódicas que expresa desde lo profundo de su ser. Si prestamos atención, no es un sonido del todo norteamericano, hay mucho de Israel en su performance. Tiene su propia voz y es única”, dice Sánchez sobre el saxofonista que tuvo una aparición en la cinta nominada al Óscar Whiplash.

Para su presentación, el cuarteto de jazz conformado por Shai Golan (saxofón), Joan Sánchez (piano), Giovanni Bermúdez (contrabajo) y Carlos Albán (batería) se combinará con el cuarteto de cuerdas Mozartk911.

Juntos interpretarán algunas composiciones y arreglos de Golan, como Blissful Ignorance, y Someone to Watch Over Me (de George Gershwin), entre otros temas.

Cultivar el talento

El camino musical de Joan se construyó con un propósito desde su infancia, cuando cantaba en el coro de su iglesia y se fortaleció cuando comenzó con sus lecciones de piano clásico y luego, de jazz, a los 14 años. “Sé que mi talento viene de Dios y es mi regalo. Quiero ser un gran músico para devolverle a Dios el talento que me ha dado y dárselo multiplicado”, expresa.

La oportunidad de viajar a Estados Unidos a continuar con su formación y los maestros que encontró en el Mahattan School of Music han moldeado su perspectiva del arte. “No me aceptaron la primera vez que apliqué, sino en mi segundo intento porque es una escuela difícil y competitiva”, admite. “Pero la manera en que percibo la música ha sido delineada muy fuertemente. Compartir con profesores que tocaron con leyendas del jazz y escuchar sus historias te conecta a ese legado y sientes que, de cierta manera, es nuestro turno de seguir moldeando la música”.

Aún le quedan dos años para graduarse y, posteriormente, trabajar en su primer álbum.

“También me encantaría seguir llevando invitados a Ecuador. Todos ganamos al asistir a presentaciones con niveles interpretativos como este, será inspirador para la audiencia y para otros jóvenes soñadores que quieren salir, abrir sus horizontes y trabajar sus talentos”.

Única función: Martes 7 de agosto a las 20:00. Entrada: $ 20

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