Rubí y otros virus

Por Connie Hunter
08 de Enero de 2017

Los quince de Rubí fue el fenómeno más comentado del 2016 que se originó en las redes sociales y que será recordado, no solo por la forma como nació sino también como terminó. Semanas antes de la fiesta, fue anunciada por las redes la invitación. Esta se viralizó hasta convertirse en el tema de conversación de, literalmente, casi todo el mundo. La pregunta que muchos se hacían, en broma y en serio, era ¿vas a ir a los quince de Rubí? Los miles de memes quedarán rodando por ahí hasta que aparezca otro tema del que “los creativos de las redes” puedan burlarse.

Llegaron personas de diferentes sectores de México y de países vecinos. Formaron una larga fila de más de diez kilómetros para intentar entrar a una comunidad donde nunca antes había llegado tal cantidad de gente. Entre los que cayeron en el juego fueron los políticos. Irónicamente, en medio de un histórico desabastecimiento de gasolina en el estado donde fue la fiesta, a la quinceañera le regalaron un carro. Como era de esperarse, algunos de los que dijeron que irían no fueron. Pero los fieles a su promesa, hasta cantaron y bailaron con Rubí.

Queda para el recuerdo un muerto, una herida y un país molesto. Los medios tradicionales dejaron clara su decisión de no informar nada sobre la escasez de gasolina que en esos mismos días afectaba ya a más estados. En ese caso fueron las redes sociales las que sirvieron de canal para expresar el malestar de los mexicanos, pero también para ayudarse dando información sobre dónde encontrar una gasolinera que estuviera abasteciendo.

Como ese tema, muchos otros de interés para la ciudadanía fueron tratados exclusivamente por las redes. WhatsApp, Twitter y Facebook se convirtieron en los aliados de los que con impotencia veían que el circo era más importante que los problemas que por el bien común había que resolver.

A Rubí ahora le ofrecen lanzarla al mundo del espectáculo y el entretenimiento, así como lo hicieron en su momento con Lady Uuu, un personaje mexicano que se hizo famoso luego de que él expresara frente a las cámaras su amor por el grupo Menudo. El tiempo nos dirá si la joven lo aceptó o no. Pero si no lo hace, es lo de menos. Pues lo que queda claro es la necesidad que tienen los medios tradicionales de encontrar ciudadanos comunes como gancho para atraer a sus semejantes. Buscan a personas que, como los youtubers, rompan el molde de lo que desde hace décadas aseguraba un éxito.

En medio de burlas y chácharas de consumidores de contenido basura, notamos que la humanidad empieza a buscar algo de honestidad y verdad. Sin embargo, es en esa búsqueda en la que nos podemos perder con las burlas y el chisme. Buscar de quién hablar resulta más fácil que buscar resolver un problema pendiente. Si las redes se llenan de basura, echémosla adonde pertenece. En nosotros está contagiar a otros de los virus de las redes. (O)

chunterdg@gmail.com 
Twitter: @conniehunterdg

  Deja tu comentario