Un Hemingway necesario

05 de Junio de 2016

Papa Hemingway en Cuba recrea los años más complicados del escritor. Primera producción estadounidense rodada en la isla en más de medio siglo.

El actor Adrian Sparks encarna a Hemingway.

Uno de los pocos ejemplos de producción compartida entre Cuba y EE.UU. –también Canadá– es Papa Hemingway en Cuba, gestada antes del reciente deshielo diplomático entre ambos países.

La película, dirigida por Bob Yari (El extraño pasajero, 1989) muestra los mismos lugares que frecuentaba el escritor estadounidense Ernest Hemingway (1899–1961), pero centrada en los últimos tres años de la vida del escritor –interpretado por el veterano Adrian Sparks–, una etapa oscura en la que Hemingway se sumergió en la depresión y el alcoholismo, contada a través del testimonio de su amigo, el periodista del Miami Herald, Denne Bart Petitclerc, al que da vida el actor Giovanni Ribisi bajo el nombre Ed Myers.

“Para mí era vital que el rodaje fuera en Cuba donde ocurrió realmente todo lo que está en el guion, donde están los lugares a los que ese periodista tuvo acceso de la vida de Hemingway y su mujer Mary (interpretada por Joely Richardson)”, explicó Yari.

“Ver a Adrian (Sparks) sentado en el mismo despacho de Finca Vigía en el que Hemingway escribió muchas de sus obras, con exactamente la misma máquina de escribir que él usó, fue mágico”, indicó el cineasta.

Asimismo, Papa Hemingway recrea los mismos escenarios que pisaron sus protagonistas –la fortaleza del Morro, el Palacio Presidencial, el hotel Ambos Mundos, el Gran Teatro o el Malecón–, durante los años convulsos, no solo en la vida del escritor, sino en la historia de Cuba.

Basada en hechos reales, el filme narra la amistad entre un periodista y el conocido escritor. Para Sparks, el principal reto de la producción fue hacer al personaje “agradable”, lograr que el público empatizara con él, ya que el guion muestra a un Hemingway “complicado, alcoholizado y roto, con una carga emocional muy fuerte”.

Papa, que alude al apodo con el que el Nobel de Literatura era conocido en la isla caribeña, pudo ser filmada en Cuba gracias a que el Departamento del Tesoro eliminó algunos obstáculos del embargo.

“La gente cubana y el pueblo estadounidense realmente no son enemigos, ni deben serlo. Espero que esta cinta ayude a, digamos, resanar ese puente, esa brecha que ha sido creada entre estos dos pueblos”, agregó el director.

Su nieta también

Para Mariel Hemingway, nieta del escritor, quien aparece en el filme estrenado en Cuba, “fue una experiencia increíble” que le permitió “revivir” la vida de su abuelo, a quien nunca conoció ya que se suicidó en julio de 1961, cuatro meses antes de que ella naciera. “Ya había estado en Cuba hace trece años y recorrí todos los lugares relacionados con la vida de mi abuelo. Pero esta segunda vez, para el rodaje, fue como si él cobrara vida”, explicó Mariel sobre la experiencia de regresar a La Habana, en abril y mayo de 2014 para la filmación.

Hemingway se quitó la vida luego de ganar el premio Nobel de Literatura por clásicos como Fiesta: También sale el sol, Adiós a las armas, Por quién doblan las campanas y El viejo y el mar.

Antes de Papa, Hemingway, ya existía una producción norteamericana rodada en Cuba. Se trata del documental de 1999, Buena Vista Social Club, de Wim Wenders. (A.C.J.) (I)

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