Siguiendo los pasos de su santidad

09 de Septiembre de 2018
Glenn Kenny | New York Times

El papa Francisco, un hombre de palabra es un documental que muestra la voz de Jorge M. Bergoglio en diferentes facetas de su labor como pontífice.

Papa Francisco: Un hombre de palabra, dirigida por el oscarizado Wim Wenders.

El director Wim Wenders también es el narrador de El papa Francisco, un hombre de palabra, un retrato documental del líder actual de la Iglesia católica. Al inicio, Wenders señala tres hechos pertinentes acerca del hombre y de su posición: es el primer papa jesuita, el primero de origen americano (nació en Argentina en 1936 y lo bautizaron como Jorge Mario Bergoglio) y es el primer pontífice en adoptar el nombre de san Francisco de Asís (1181-1226).

Para Wenders, este último hecho es muy importante. La cinta comienza con una larga toma desde un ángulo alto del pueblo italiano de donde era originario Asís, realizada con la técnica de cámara rápida para lograr transmitir lo que el cineasta considera que es la naturaleza atemporal del lugar.

Durante gran parte del documental, Wenders encuadra al papa en un sencillo primer plano medio y lo invita a expresar lo que piensa. Con su rostro amable, mirada inteligente y sonrisa fácil, Francisco es un personaje amigable y cautivador. Sin embargo, no es un soñador. Demuestra un profundo conocimiento de los horrores del mundo moderno y habla con sencillez, a partir de una investigación filosófica, acerca de lo que la Iglesia católica, apostólica y romana puede hacer para contrarrestarlos.

El singular enfoque de Wenders en el papa Francisco nace de una admiración sincera, pero también constituye una astuta estrategia. Este pontífice es muy controversial y el retrato del cineasta lo saca del contexto de las opiniones polémicas para permitirle hablar sin discutir. “El mundo está sordo en su mayoría”, dijo en algún punto. Y continuó con la descripción de su estrategia cuando viaja por el mundo y conoce a los dirigentes: “Habla poco. Escucha mucho”. No obstante, en este documental, el papa tiene libertad de palabra.

Las secciones de entrevistas son fascinantes y las partes que abordan los viajes del papa, durante los cuales a menudo lava los pies de quienes conoce, son conmovedoras. El abandono de la pompa del papado y la adopción de una relativa austeridad (que se extiende al uso de un auto muy pequeño llamado papamóvil) refuerzan la afirmación del título de la película.

Lo que no ha tenido mucha aceptación son los intentos de Wenders de mostrar la vida de san Francisco. Estos se hicieron con un estilo semejante al del cine mudo, en blanco y negro, con un tenue titilar de la imagen.

No sé qué estaba pensando Wenders en esa parte. Si se trató de un intento extravagante de llegar a un público más amplio, no se logran la extravagancia ni la claridad. Simplemente se ve bobo… y frustrante, en especial si se considera que si Wenders buscaba realizar una cinta clásica para tratar de evocar a san Francisco, no debía ir más lejos de Las flores de san Francisco, la espléndida película de 1950 filmada por Roberto Rosellini.

PAPA ‘TODOTERRENO’

Durante el rodaje del filme: el cineasta Wim Wenders y el papa Francisco.

La película es una insólita coproducción con el Vaticano que sucede durante el quinto aniversario del pontificado de Francisco. En palabras de la distribuidora, a una persona que vive lo que predica y que se ha ganado la confianza de gente de todas las tradiciones confesionales y culturas del mundo. Algo así como un viaje personal con el papa más que un documental biográfico. En el filme, las ideas del papa y su mensaje constituyen el eje central de una obra que se propone presentar su labor y sus respuestas a las cuestiones globales de hoy en día, desde la vida, la muerte y la justicia social hasta la inmigración, la ecología, la desigualdad económica, el materialismo y el papel de la familia.

Todo ello al más puro estilo Hollywood, al menos las primeras imágenes del tráiler, con un lema que reza así: “Tiene una misión, unirnos a todos”.

El 13 de marzo de 2013, el cardenal de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, se convirtió en el santo padre número 266 de la Iglesia católica, y el largometraje pone al público cara a cara con su santidad, creando un diálogo entre su figura y, literalmente, “el mundo entero”. Dispuesto a ofrecer respuestas a gente con todo tipo de vidas, Francisco responde a granjeros y obreros, refugiados, niños y ancianos, reclusos y gente que vive en favelas y en campos de emigrantes e inmigrantes.

Además de mostrar numerosos viajes del papa, hay escenas de él hablando en Naciones Unidas, dirigiéndose al Congreso de los Estados Unidos y uniéndose al luto de los reunidos en la zona cero de Yad Vashem, el Centro Mundial Conmemorativo del Holocausto de Jerusalén. Habla con los prisioneros en instalaciones correccionales y con refugiados en campamentos mediterráneos.

A lo largo del largometraje, el papa Francisco comparte su visión de la Iglesia y su profunda preocupación por los pobres, su involucramiento en asuntos medioambientales y de justicia social, y su llamamiento a la paz en zonas de conflicto y divididas por la religión. También tiene peso en la cinta la presencia de san Francisco, conectando con la vida de este santo mediante el relato de momentos legendarios de la propia vida del santo como reformador y ecologista. (www.abc.es)

 

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